Frutos de amor

𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮

Frió

Narra Dafne.

Era otoño, una época muy fría para mi, mis alergias estaban al mi y cuando llovía siempre tenía que tener tapabocas, la ambrosía y néctar que comía me ayudaba para mi asma, pero no me ayudaba para mi alergia al frío, esto me mataba

—¿Como sigues?—me pregunta Percy trayendo una bandeja con el desayuno.

Era algo muy tierno, el sin sabes cocinar lo intento para que yo no me sintiera mal, había hecho huevo con tocino y un poco de jugo de naranja.

—Tengo mosco pero bien, te amo mucho, gracias por esto.—le dije refiriéndome al desayuno.

—Un desayuno es fácil, solo no me pidas que haga el almuerzo.—del haciéndome reír.—Si no te molesta almorzar un desayuno, yo lo puedo hacer.

—Yo hare el almuerzo cariño, y de postre galletas azules con chispas de chocolate blanco.

—¿Ya es hora de almorzar?—dijo besándome.

—Aún no cariño, aún no.

Ambos nos sentamos en nuestra cama, con cobijas grises mientras comíamos el desayuno que hizo percy, le quedó bien aunque no le hecho sal al huevo.

—¿Que te parece si vemos películas en la sala?

—Como cuando éramos niños, con mantas y palomitas.

—Así mismo.—respondió Percy.

—Me encantaría.

Entre los dos lavamos los platos y los secamos, lo mismo que las ollas, creo que Percy me vio con tanta alergia que lavo las ollas el solo, y eso que no le gusta.

—Deja una olla afuera para hacer las palomitas.—Dije sonándome la nariz.

Entre los dos hicimos palomitas, unas saladas y las otras les derretimos chocolate.

—Voy a ir por las mantas—Dijo Percy besando en la mejilla y tomando palomitas.

Yo lleve los tazones con palomitas a la sala, volví a la cocina y lleve nuestros refrescos favoritos a la mesa.

—No deberías estudiar para tu examen?—le pregunte a Percy mientras nos acomodábamos con las cobijas.

—Estar con mi novia viene películas, en nuestra sala es mucho mejor, estudiare luego no te preocupes.

Nos besamos y en las mantas, acurrucados con nuestro calor corporal comenzamos a ver películas de disney, nuestras favoritas.

este es mi lugar favorito en el mundo, los brazos de Pecy