𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸

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Noche de bodas

Narra Dafne.

La fiesta fue fantástica, todos nos divertimos en la playa, yo había decidido cambiarme mi vestido de ceremonia por uno más suelto y cómodo para poder bailar en la arena con mi ahora esposo.

Baile con todo el mundo, con Percy, mi padre, Paul, incluso con Poseidon que apareció en la ceremonia, tuvimos fuegos artificiales un regalo de parte de leo, los fuegos rezaban nuestros nombres con Corazones y la fecha de la boda

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Baile con todo el mundo, con Percy, mi padre, Paul, incluso con Poseidon que apareció en la ceremonia, tuvimos fuegos artificiales un regalo de parte de leo, los fuegos rezaban nuestros nombres con Corazones y la fecha de la boda. 5 de junio.
Comimos torta de chocolate, y obviamente lance el ramo que lo atrapó Hazel y Percy lanzó la liga que la atrapó Will, el novio de Nico.

Ahora eran las 3 de la mañana, y Percy ya me dijo que quería ir al cuarto y yo también, no lo voy a engañar.
Sin decirle a nadie nos fuimos de la mano hacia el hotel, en este hotel llevábamos una semana, una semana antes de la boda donde estábamos organizando los últimos detalles, pero mañana a las 4 de la tarde nos iríamos en barco hacia otra isla, para osar nuestra luna de miel.
Apenas entramos en la recepción, los que estaban nos saludaron y felicitaron con una sonrisa.

—Felicidades señores Jackson.—Nos dijo el administrador.

Nosotros le sonreímos y corriendo fuimos al ascensor para ir a nuestra habitación, apenas las puertas se cerraron, Percy me beso pegándole en la pared del ascensor.

—El mejor día de mi vida señora Jackson.

—No solo el suyo señor Jackson.

Nos seguimos besando hasta que llegamos a nuestro piso, el 28. De la mano fuimos corriendo a nuestro cuarto Percy fue el que abrió la puerta y sin pensarlo me cargo al estilo nupcial haciéndome reír.

—¿Es enserio?—Le pregunté cuando cerré la puerta en sus brazos.

—Es la tradición, que el esposo cargue a su esposa cuando llegan a su primer lugar de amor.—me beso en l mejilla y vio el cuarto con una sonrisa.—Al parecer cumplieron mi pedido.

Mire la habitación, estaba con una luz tenue y rodeado de flores azules y velas que olían delicioso, el aroma simplemente le subían el lívido a cualquiera.

—Es hermoso.—Mire a mi esposo a los ojos—¿Tú lo pediste?

—Puede ser.—Me dejó en el medio de la cama y comenzó a quitarme mis zapatos, y mi corona de flores.—Quería que fuera especial.

Y si que lo sería, nos besamos con mucho amor y pasión, listos para cumplir lo único que faltaba para que fuéramos marido y mujer al 100% la consumación de nuestro matrimonio.

Sus manos fueron a mi espalda buscando el cierre el del vestido, apenas lo encontró lo bajo mientras yo le quitaba su camisa, acaricié su espalda en el proceso y el comenzaba a bajarme el vestido para revelar mi sorpresa.

Sus manos fueron a mi espalda buscando el cierre el del vestido, apenas lo encontró lo bajo mientras yo le quitaba su camisa, acaricié su espalda en el proceso y el comenzaba a bajarme el vestido para revelar mi sorpresa

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—Carajo, eres la mejor pro darme esto, que tú sabes que me encanta.

—Bueno es mi trabajo hacerte el hombre más feliz.

—Y el mío, es hacerte la mujer y esposa más feliz del mundo entero.

Nos volvimos a besar on parsimonia mientras nuestra ropa se iba al trasto, el fue el primero en quedar desnudó quería apreciarme un poco más con esta lencería azul, me beso y acaricio por completo, cuando quedamos desnudos los dos, hicimos el 69 en donde el me hizo sentarme en su cara y montarlo, como si tuviera su pene dentro de mi, mientras yo a él lo hacía ver el cielo apretando mis mejillas como si fueran mis apretadas paredes.

Después de muchos juegos queríamos llegar a la acción de una vez, Percy se acercó al cajón en donde guardamos los condones, saco uno y antes de colocárselo lo detuve.

—Dijimos que después de la boda no lo usaríamos.—Dude un momento, tal vez el se arrepintió.—Entiendo si aún no quieres intentar tener hijos, no te preocupes.

Le quite el preservativo y lo abrí para ponérselo, pero el me quito el sobre y me beso volviéndome a acostar en la cama.

—Quiero tenerlos ya, solo que soy olvidadizo y la costumbre llevo unos 7 años o más usándolos continuamente.

El me beso y me hizo su mujer en esa cama de nuestro hotel, oficialmente y de todas las maneras posibles éramos el señor y la señora Jackson, y nadie cambiaría eso.

—Te amo.—Me dijo Percy cuando se corrió dentro de mi—La amo señora Jackson.

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