ɞ perdón

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10: Perdón.

Cuando llegaron a la casa, TaeHyung estaba soltando pequeños espasmos debido a las lágrimas que intentaba detener

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Cuando llegaron a la casa, TaeHyung estaba soltando pequeños espasmos debido a las lágrimas que intentaba detener.

JungKook solo podía dejar salir su aroma para brindarle un poco de tranquilidad a su esposo, sentía impotencia y un poco de coraje por no saber qué pasaba, no poder ayudarlo lo estaba matando, pero debía ser paciente, dejar que TaeHyung sacara su llanto y pudiera hablar.

—Amor, hemos llegado. —avisó.

—Trae a mi bebé, alfa. —pidió secando sus lágrimas.

El azabache asintió, salió del auto y abrió la puerta de TaeHyung, sacándolo del coche para poder darle un abrazo y dejar un beso sobre su cabellera.

—Todo va a estar bien mi lindo omega, vamos a solucionar cualquier cosa que haya pasado, ¿de acuerdo? —habló con suavidad. —Voy a traer a DakHo, ¿estarás bien?

—Si JungKookie, voy a entrar a casa.

Luego de un dulce beso en la frente, JungKook fue hacia la casa de los Min-Park para poder traer a su hijo.

TaeHyung, por otro lado, fue directo a su habitación, sacó colchas, para acomodarlas en el suelo, arrojando muchas almohadas y varias prendas que tenían el olor de su hijo y JungKook.

Una vez que su nido se formó, se encargó de llenar todo con su aroma, esperando paciente por sus dos alfas.

—¿Papi está aquí? —logró escuchar la voz de DakHo en el pasillo.

—Si mi amor, por eso necesito que vayas y le des muchos besitos. Recuerda lo que dije, ¿sí?

—Papi Tae sensible.

—Muy bien bebé, vamos adentro. —la puerta se abrió. —¿Omega?

Los ojos de TaeHyung vuelven a brillar, estira los brazos hacia JungKook y pide que suelte a su hijo.

—Ven mi bebé.

DakHo corre a los brazos de su padre y se acurruca en su pecho.

—¿Puedo entrar amor?

—Si Kookie, también ven.

Una vez que JungKook entró, fue testigo de como las lágrimas de su esposo caían en silencio, mientras este se aferraba a DakHo, llenándolo con su aroma, besando sus mejillas y apegándolo a él, como si temiera que se fuera de su lado.

JungKook jamás había visto así a TaeHyung, ese sentimiento con el que lloraba y dejaba salir su aroma con desesperación.

—Mi lindo bebé. —susurró sobre la cabellera negra del pequeño. —Papi Tae está tan agradecido de que estés en su vida, mi bolita de amor.

DakHo levantó la vista y vio las mejillas de su padre mojadas.

—Papá, papá... —llamó a JungKook. —¿Papi Tae bien? No llores, no llores papi, DakHo también ama. —trató de limpiarlas con sus pequeñas manos. —Papi.

My eternal love ۵ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora