It had to be you

6

28 días para la boda.

Muy temprano en la mañana, Josh y yo nos encontrábamos caminando hacía los establos, pues decía tenerme una sorpresa.

—¿Y cuál es mi sorpresa? —Pregunto emocionada, una vez dentro de los establos.

Sonrió—debes esperar cielo.

—Listo señor Allen, Sultán está preparado para salir—miramos al hombre que tenía las riendas de Sultán en sus manos.

—Gracias James, pero recuerda que el señor Allen, es mi padre.

Sonríe—es la costumbre. Espero que disfruten de su paseo. —Nos sonríe y se marcha.

—¿Me enseñaras a montar?

—Sí, pero primero quiero llevarte a que veas mi sorpresa. Te va a gustar—dice sonriendo.

Sonrío y salimos de los establos—¿Cómo, iremos los dos montados en Sultán?

—Cielo, él es fuerte—Me sonríe—podrá con ambos.

—Sí tú lo dices. —Digo no muy segura.

—No te preocupes, va a estar bien.

Asiento con la cabeza, iba a responder, cuando miro a una mujer castaña montada a caballo, con ropa ajustada y una camisa, que dejaba ver sus bubis y su ombligo.

–Cuando me enteré de que estabas aquí, vine corriendo. Pero, no estabas.

—Samantha Peterson—dice Josh sonriendo.

Aquella castaña le sonríe a Josh, muy feliz.

—¿Me ayudas a bajar? Por favor.

—Claro.

Le ayuda a abajar y al estar en tierra, estaban muy cerca el uno del otro.

mirándose unos segundos—ella es...

—Kerstin Strozzi, lo sé—me mira de pies a cabeza. —tan linda como la describen en la televisión.

—Así es, —me mira—cielo, ella es Samantha Peterson; su padre trabaja con nosotros desde hace mucho tiempo.

—Y eso nos hace los mejores amigos. —Dice sonriendo muy alegre.

Josh sonríe—sí.

Le sonrió—es un gusto conocerte Samantha

—¿Y la universidad? —Pregunta Josh.

—Este año, me graduó—dijo sonriendo.

—Eso es ¡Genial!

—No sabes cuanto espere para este momento.

—Eso lo sé.

—Y ¿a dónde iban?

—Llevaré a Kess a dar un paseo, quiero que conozca absolutamente todo—le sonrío.

—Oh—dijo triste.

—¿Qué sucede?

—Nada, es que solo venía a pasar tiempo con mi mejor amigo. —Comenta triste. —Supongo, que será después.

—Lo lamento Sam.

—No hay problema.

Miro a Josh—cielo, no hay problema, podemos ir después. —Le propongo.

—Pero...

—No hay problema, ve. —Insisto.

Suspira—está bien, pero vienes con nosotros.

—No es necesario, iré a la casa....

—Por favor Kess, ven conmigo.

Suspiro—Ustedes tienen mucho de qué hablar, ¿Sí?