19 días para la boda.
—¡Lo maté!—Yo sé que la vida trata de superar los obstáculos y los retos que se nos presentaban, pero esto, esto era mucho.
Mariano me mira preocupado—¿Por qué lo dice?
—No siento nada—digo mientras saco mi brazo cubierto por un guante que va hasta el hombro y el cual estaba lleno de sangre.
Yo nunca me imagine estar en esta situación—no lo pudo matar—dice Mariano, para tranquilizarme—si solo debes decirme cuantos centímetros de dilatación tiene la vaca.
—Sí, pude tocar una de sus patas, pero luego ya nada.
Suspira—está bien, nunca hizo esto. Deje que yo me haga cargo—me sonríe.
Luego de un gran trabajo de Lali, su pequeña había nacido; cubierto de sangre, aquello hizo que me diera ganas de vomitar y muchísimo asco—Me recuerda porqué estoy aquí.
La risa de Mariano se escucha—usted dijo que sería divertido.
—Es lindo—digo sonriendo al ver a la vaca, colocar su hocico sobre su pequeña. Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas al pensar en una familia junto a Josh y en cómo nos veríamos si tuviéramos un hijo o una hija.
—¿Cielo?—Miro a Josh que estaba de pie en la puerta del cobertizo.
—Hola—digo emocionada—mira esto—señaló a la nueva familia.
Josh sonríe al ver lo que había pasado—es lo más lindo que pudiste ver.
—Aunque fue un poco asqueroso, después de ver esto, fue...increíble.
—Espero que no te haya dado problemas Mariano—bromea mi chico, colocándose junto a mi.
—La señorita Kerstin siempre es bienvenida, no más que se quede mirando—ambos hombres se rieron.
Ruedo los ojos—Que graciosos chicos—digo sarcástica.
—Cielo, debes desayunar.
—No tengo hambre.
—Vaya señorita, yo me haré cargo de todo.
—Bueno—digo rendida.
Me voy con Josh tomados de la mano—¿cómo estuvo?
—Creo que vomitaré si veo carne.
La risa de Josh se escucha—se pasará.
Al ingresar a la casa me fui a lavar las manos, al terminar, fui al jardín donde estaban todos desayunando; pero, al ver la ensalada de frutas mi estómago se revolvió.
—¿No te gusta?—Pregunta la abuela preocupada.
—Es que quiero vomitar.
—Creo que tu estás embarazada—dice la abuela.
Josh mira a su familia— no es eso abuela, Kers presenció el parto de una de nuestras vacas—dice, comiendo.
—¿Cómo puedes comer?
—Mi estómago es perfecto—se burla.
Ruedo los ojos—no siempre fue así—dice Lavonne—recuerdas cuando estuviste quitándole la lana a una de nuestras ovejas—los presentes se empezaron a reír, menos mi chico.
—Mamá, no.
Lavonne sonríe—solo es una pequeña oveja Josh.
Lo único malo fue sentir el olor a café, creo que eso había sido la gota que había derramado el vaso. Aquello, hizo que saliera corriendo a uno de los baños de invitados y terminará expulsando lo que aún no había comido.

ESTÁS LEYENDO
It had to be you
FanfictionNunca imaginas cuando las cosas están bien o cuando están mal, solo vez los resultados al final.