[ Cuántas veces, amor, te amé sin mirarte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte... ]
Jane Anderson ha vivido en las sombras, sin ser vista, escondida a los ojos de todos y se ha adaptado bien a ello.
Su vida solitaria da...
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*Precaución: en este capítulo se mencionan temas sensibles. Lee y cometa con responsabilidad.
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De la manera en que a Jane se le facilitaban las matemáticas y le gustaban en cierta medida, la clase de educación física era una cosa completamente diferente. Totalmente descoordinada, nula resistencia y cero condición física eran las palabras perfectas para describir lo mala que era en esa clase.
-¡Vamos Anderson! ¡Mueve esas piernas! -le llamó la atención la profesora a cargo de la clase. En la escuela solo había dos profesores que le prestaban atención; el profesor de matemáticas y la profesora de educación física. En ambos casos deseaba pasar desapercibida para ellos.
Jane con todo el esfuerzo que pudo recolectar siguió corriendo detrás de sus compañeros "de todos los ejercicios que existen y solo se le ocurre hacer que demos vueltas en el gimnasio" pensó para sí misma.
-Mi abuela tiene más energía que todos ustedes juntos ¡Vayan a las duchas! -ordenó justo cuando sonó la campana que indicaba el término de la clase.
Había otra razón principal por la que odiaba educación física. En cuanto terminó la clase todos salieron corriendo a las duchas antes de que se acabara el agua caliente, para Jane la historia era diferente, no le desagradaba bañarse con agua fría. Como todas las clases retrasó lo más que pudo su camino hacia las duchas.
-Anderson, comienzo a creer que tienes una fijación por bañarte con agua fría -señaló la profesora al ver que Jane aun no salía del gimnasio.
Jane totalmente incómoda y nerviosa le respondió -No me gusta que me vean desnuda -dijo con voz baja y tranquila como siempre solía hacer.
-Como tu digas... adolescentes -dijo lo último para sí misma yéndose del lugar.
Después de 15 minutos Jane entró a las duchas donde solo habían 3 personas bañándose. Tomó sus cosas y fue a la que estaba más alejada de sus compañeras, como era costumbre colocó una cortina para tener más privacidad.
Jane no puede recordar cuándo fue exactamente, tal vez fue alrededor de sus 7 años. Recuerda que siempre se arañaba los brazos cuando sentía mucha ansiedad, pero una vez fue totalmente diferente. Dicen que los niños replican las cosas que ven. Hace tiempo su madre trabajaba en un bar y ese viernes no pudo conseguir una niñera para Jane sumando que las vecinas estaban en una de las fogatas ocasionales que hacían en la reserva. No le quedó de otra que llevar a Jane a su trabajo.
"No salgas de la habitación del personal por ningún motivo", "no hables con nadie", "no causes problemas" eran las indicaciones que Rebeca le daba a Jane cuando tenía que llevarla a sus trabajos. Jane obedeció las órdenes de su madre, pero en cierto momento tuvo que ir al baño y para su mala suerte el de los empleados estaba ocupado, así que no le quedó de otra que ir a los que eran exclusivamente para los clientes.
