CAPÍTULO 67

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"Lo nuevo siempre da miedo"

"Lo nuevo siempre da miedo"

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Los días siguientes a la no tan grata visita de Peter Anderson fueron muy tensos y llenos de angustia. En cuanto Rebeca estuvo al tanto de los sucesos actuó de inmediato y junto a Richard buscaron un abogado. Tenían que abordar el caso muy meticulosamente y demostrar que Peter no era apto para criar a Judith por no decir que era un peligro para la adolescente.

El semblante de Judith había cambiado drásticamente, ya no sonreía tan a menudo y siempre se le veía triste o pensativa. Sus amigos habían tratado de animarla y aligerar la gran carga que tenía en sus hombros, pero nada daba resultado. Algo extraño, pero a la vez positivo ocurrió en esos momentos, de la nada Judith parecía llevarse bien con Jacob.

En cuanto Jacob supo de la potencial amenaza del hombre no se despegó de la pequeña rubia, quería asegurarse de que Judith no se encontrará vulnerable en ningún momento, incluso comenzó a resguardar la casa de los Anderson por la noche.

Tal vez no eran los mejores amigos ni se reían a carcajadas, pero al menos Judith ya no huía de la presencia de el moreno, al contrario, algunas veces parecía que ella lo buscaba a él. Lo que sin duda nadie podía negar era la felicidad de Jacob ante aquello, a pesar del amargo momento que estaban pasando todos.

No solo las cosas estaban tensas en la casa de Jane, también lo estaban en su relación con Paul. Tal vez no lo aparentaba, pero había notado la ligera distancia de su novio, como por ejemplo las veces que se contenía a besarla con esa pasión a la que se estaba acostumbrando, ahora parecía besarla con precaución, como si estuviera evaluando su reacción en todo momento. Había algunas veces que Paul se perdía en su mente, pensando en quién sabe qué cosa e ignoraba al mundo, algo raro en él por qué siempre estaba al pendiente de todo. Sin duda algo había cambiado dentro de él después de la plática que tuvieron en su cabaña.

Era como la quinta vez en el día en el que Jane se perdía en sus pensamientos. Soltó un suspiro de frustración cuando se dio cuenta de aquello, hacía horas tal vez que habría terminado de empacar toda su ropa en maletas y algunas cajas, pero siempre terminaba pensando en Paul o en Judith.

-¿Quieres ayuda para empacar? -preguntó Collin asomándose por el marco de la puerta de la habitación de Jane.

-Claro, así podré terminar mucho más rápido -le respondió con una animada sonrisa en su rostro.

En silencio Collin comenzó a doblar y clasificar toda la ropa que estaba esparcida en la cama de Jane. La rubia había notado el semblante extrañamente callado de su hermano, probablemente fuera porque le preocupaba todo el asunto de Judith, pero Jane sospechaba que había algo más.

Esas eran una de las mejores cosas de pasar juntos mucho tiempo, Collin podía saber al instante que a Jane le pasaba algo y viceversa, además de que se tenían mucha confianza. Habían pasado algunos minutos en los que Jane intentaba entablar una conversación con Collin, pero fracasaba en el intento, ya sea porque su hermano respondía con monosílabos o porque solo daba respuestas cortas.

CON LA LUNA EN TUS OJOS - Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora