CAPÍTULO 63

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Capítulo de dedicado a: anystylinsonpotter muchas gracias por todo el apoyo que le has dado al fanfic ❤️✨


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"El futuro es prometedor"

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Algunas personas usan la comparación para ver cuánto han crecido o cuánto han avanzado. Miran hacia su yo de algunos años y lo comparan con el de ahora, eso era algo que Jane estaba haciendo constantemente desde hace días. Las cosas estaban en paz, no había amenazas de ningún vampiro y cada persona se ocupaba de sus propios asuntos.

Victoria había muerto y con ella todo el ejército de neófitos, a excepción de una joven chica a la cual los Cullen le habían dado asilo a cambio de su rendición. Su nombre era Bree Tanner, estaba sola en el mundo y solo por eso fue seleccionada para formar parte del ejército. Ahora Bree se estaba adaptando a las costumbres de los Cullen y su nueva vida. Jane no había tenido oportunidad de conocerla, pero para ser sincera consigo misma ya había tenido suficiente con los vampiros.

Los demandantes y extensos patrullajes de la manada habían terminado, pues al no haber más amenazas de criaturas chupasangre la vida volvió a su pacifico curso. Sam seguía trabajando con los lobos más jóvenes, y los demás integrantes de la manada iban recuperando su vida de a poco.

La familia Littlesea estaba viviendo su mejor momento apoyando a su vez a su nueva residente. Judith se iba adaptando lo mejor que podía a su nuevo hogar lejos de la amenaza de su padre. La pequeña Anderson era muy alegre y carismática, razón por la cual había conectado de inmediato con Collin y sus amigos y más aún al saber -no de la mejor manera- que podían convertirse en enormes lobos.

La vida seguía su curso, sin embargo, Jane sentía que no caminaba con ella. Había estado cuidando todo el tiempo que le fue posible a Paul, tres días completos para ser exactos. Evitaba que su novio hiciera movimientos bruscos y que retrasaran más su recuperación, lo consentía cocinándole muchos platillos y pasaba horas hablando con él. Cuidar de manera dedicada a Paul la había distraído del mar de pensamientos que tenía en su mente y que aprovechaban cualquier oportunidad de descanso o vulnerabilidad. Paul se había recuperado completamente dejando atrás la casa de Sam, ya era hora de ocuparse de su propio hogar, incluso él seguía avanzando.

Exactamente tres días habían pasado desde que Riley Biers había muerto a manos de Leah. Jane había evitado pensar en él o hacer algo al respecto, pero ahora que Paul se encontraba recuperado y que los demás continuaban con su vida, tenía que volver a la realidad y enfrentarla.

Recordaba a la perfección a Riley Biers, o lo que alguna vez fue. No se había enamorado de él, pero si las cosas hubieran avanzado tal vez lo hubiera hecho. Le tenía un gran cariño de eso no había duda, había llorado su desaparición y se había torturado por días al no saber nada de él.

Mientras sostenía uno de los tantos papeles que habían sido pegados por todo Forks y que contenía su fotografía pensaba en el tiempo que había compartido con el rubio. Parecía tan lejano, habían pasado tantas cosas que parecía toda una vida.

Ese día Jane se había levantado muy temprano, había tomado el papel con la fotografía que tenía de Riley y también las pulseras con el nombre de cada uno. Edward se las había entregado, las había encontrado tiradas en el lugar donde había matado a Victoria. Jane supuso que las pulseras habían caído de su mano cuando Seth se la había arrancado.

"Riley y Jane" eran los nombres que tenían las pulseras, era el único recuerdo físico que tenía de él. Jane salió al bosque y caminó en una sola dirección, al único lugar donde por años se había sentido segura, donde había descargado tantas emociones. Su antigua casa club se visualizaba frente a ella después de caminar por un largo rato.

CON LA LUNA EN TUS OJOS - Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora