CAPÍTULO 39

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"¿Cuántas veces te mire sin mirarte?"

"¿Cuántas veces te mire sin mirarte?"

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La primera vez que Jane supo sobre un ser paranormal fue debido a los Cullen. Aún recuerda cómo dejó de ir a la escuela por días con el único propósito de no interactuar con ellos. El simple hecho de pensar en una criatura que para existir tenía que matar humanos y beber sangre, le provocaba una sensación de temor. Afortunadamente el mundo de los vampiros era más amplio de lo que imaginaba; la dieta tan peculiar de los Cullen era prueba de ello.

Pensó que el mundo no podía volverse más raro y loco, pero una vez más se equivocó. Las leyendas de los Quileutes eran reales, los espíritus guerreros eran reales y Jacob era uno de ellos.

Cuando escuchó toda la historia de la mano de su mejor amigo sucedió algo distinto a cuando descubrió la existencia de los vampiros. No tenía miedo. Descubrir que dos de sus amigos eran metamorfos plantó en su interior una genuina curiosidad. Más aún, al querer averiguar quién era aquel lobo negro azabache que la salvó de tomar una muy mala decisión.

El "incidente" de Jane se había vuelto noticia en todo Forks, era la segunda vez que un animal del bosque atacaba a uno de sus habitantes. Primero un oso y después un león de montaña. Las personas exigían a la policía tomar cartas en el asunto, pues no eran los primeros incidentes en un pequeño lapso de meses.

Un día después del desafortunado accidente con Jacob, Jane pudo ir a su casa. Desde ese momento en adelante portaría cicatrices en su hombro izquierdo, a pesar de todos los cuidados que le dieron.

Para Jacob aquello sería un recuerdo constante de lo peligrosa que era su propia naturaleza y una llamada de precaución para los demás integrantes de la manada.

A pesar de que todo entre Jane y Jacob estuviera en orden, el moreno no dejaba de sentirse un verdadero monstruo al lastimar a la que era como su hermana. No importaba cuántas veces Jane le dijera que no le guardaba rencor y que había sido un accidente, pasaría mucho tiempo hasta que Jacob se perdone así mismo.

Al final no todo resultó tan negativo. Aquel incidente había detonado en la familia Littlesea un ambiente de unidad entre todos los integrantes. Es verdad que a veces la vida te pone a prueba con el único propósito de valorar lo que tienes y replantear tu existencia. Para ellos había resultado así.

-¿No crees que es demasiado pronto para que salgas de casa? Tienes que descansar Jane -le decía Rebeca mientras limpiaba la herida de su hija para poner un vendaje nuevo.

Habían pasado tres días desde lo ocurrido. Jane había estado todo ese tiempo descansando en su cuarto, pero ya estaba a resultando un poco asfixiante. Todos la cuidaban en exceso, en especial su madre.

CON LA LUNA EN TUS OJOS - Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora