Junio 2020
Tener que irse en medio de la noche había sido totalmente cobarde de su parte, pero no tendría valor de hacerlo con esos ojos marrones mirándola. Carla era como ácido... y Samuel era de las mejores cosas que le habían pasado en la vida, a pesar de que, según ella, lo odiaba y despreciaba.
Era cierto, cuando recién habían llegado a las Encinas ella había estado totalmente del lado de Lu... y de alguna forma sospechaba que Marina pensaba igual, la diferencia era que ella era una rebelde, y como tal era lógico que iba a acercarse a los becados.
Samuel se le hizo aburrido desde el principio, tenía, después de todo una cara de no romper un plato. Por esa misma razón se le hizo sorprendente que Marina se acercara a él, pues ella siempre había sido más de FuckBoys, no de chicos como Samuel, pero ¿Quién era ella para juzgar las decisiones de Marina? Después de todo, ella ya no era su amiga como para que se preocupara por su bienestar o decisiones... o consecuencias.
Enterarse que Marina se estaba follando al hermano de su "novio" había hecho enojar a Carla.
Vamos, hasta ella tenía sus límites, y después de todo, lo que pasaba entre ella y Cristian, Polo estaba más que enterado, en teoría había sido el mismo Polo quien había insistido en ello, pero...
Carla no tenía especial empatia por nadie, pero Samuel había despertado la lástima de Carla, ella realmente se sentía incómoda al ver al chico tan afectado por Marina. Tal vez por eso, o tal vez porque ella realmente estaba tan sola, fue que aceptó tomarse esa botella con Samuel.
Era un juego peligroso el que habían estado jugando... coqueteo aquí y allá...
Carla realmente pensó que Samuel tenía tanto despecho por todo lo de Marina que solo la quería como un polvo fácil... fue cuando él le preguntó si ella tenía que ver en todo lo de Marina y había ignorado totalmente su comentario sobre su virginidad cuando ella había mirado por primera vez desde hacía demasiado tiempo, un alma.
En su círculo social incluso los ojos tenían máscaras, era como si cubrieran sus iris con alguna especie de capa que eliminaba las emociones... pero no los ojos de Samuel... sus ojos realmente no mentían, eran tan sinceros que Carla incluso pudo sentir su dolor y fue eso lo primero que la empujó hacia Samuel.
¡Qué estúpida había sido Marina! y también que suertuda... porque dudaba que el hermano de Samuel fuese muy diferente a él en ese sentido... la Estúpida de Marina había tenido la suerte de tener dos miradas sinceras en ella, algo que Carla no tenía desde... bueno... la última que le había regalado una mirada así de honesta había sido Lucrecia, pero ahora inclusive ella ponía máscaras a sus iris cafés.
No se había permitido pensarlo mucho, pero después de estar observando a Samuel dormir por varias horas, por fin lo había entendido.
Samuel no solo tenía dolor en su mirada aquella noche en el Teatro Barceló después del entierro de Marina, también tenía amor... cosa que a Carla le faltaba en su vida y al ver el sentimiento en esos ojos castaños y con algunas copas de más, no le importó que ese amor no estuviese dirigido a ella, solo quería un poco de esa mirada, una pizca...
¡Vaya pasada!
Desde el principio fue el amor lo que la arrastró hasta Samuel.
Ya estaba en Inglaterra, estaba instalándose en su nuevo apartamento, cuando los mensajes de Lucrecia comenzaron a llegar.
Carla no quería dramas, no importaba lo que Lucrecia tuviera que decir, seguramente era otro berrinche de algún capricho que papi no había querido cumplirle, o eran quejas sobre la actitud de Valerio (porque Lu siempre se quejaba de ello).
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SobReviViR
FanfictionCuando Carla se fue a Londres dejando todo atrás, dejó también a las dos personas más importantes de su vida, las mismas 2 personas que habrían dado todo por ella. Se sentían traicionados y estaban realmente solos, pero encontraron una extraña forma...