Carla

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24 Diciembre 2021

Era ya bien entrada la noche, ella estaba cenando sola en el departamento, no había querido volver a Madrid con sus padres y Jessica se había ido con su familia a México. Tal vez fue lo mejor que estuviera sola.

Durante todo el día había estado letárgica, ni la mágica nieve inglesa con sus magníficos paisajes lograban alegrarle el día. Valerio no había conseguido nada de la prima de Samuel y lo complicaba el hecho de que él no la etiquetaba en las redes sociales cuando hacía sus publicaciones. había subido ocasionalmente alguna foto con ella en algún restaurante barato en Madrid.

Pasó su día sin nada que hacer, Jessica había insistido en llamarle, pero Carla se había negado diciendo que ambas estarían más que ocupadas con sus familias... Carla no le dijo que se quedaría en Londres, de habérselo dicho, Jessica no se hubiera ido.

Odiaba las vacaciones del personal porque ella era un desastre sola, sobretodo con la ropa, aún así hacía su mejor esfuerzo. Ya sin nada que hacer y viendo que el día solo parecía pasarse lento, se puso a acomodar su ropa.

Estaba entretenida con eso cuando de repente notó que su conjunto de lencería especial no estaba, lo buscó por todos lados, vació maletas y cajas sin éxito alguno, comenzó a molestarse porque era literalmente el conjunto de lencería más caro de su vida.

Estaba bajando unas cajas de ropa del estante cuando una caja se calló, la tapa se había abierto por el impacto y su contenido se había desparramado en el suelo, Carla maldijo furiosa. Se puso a recoger todas las fotografías que se habían caído enojada por su pésima suerte.

No es que ella fuese aponerse ese conjunto precisamente ese día, pero era algo que ella atesoraba, le había costado bastantes mesadas como para perderlo, además que era una pieza única.

Entonces la vio.

Era una foto de ella en la cama de Samuel, sonreía, era una sonrisa que le costaba reconocer en ella, porque era coqueta, divertida... y había una devoción en sus ojos que la descolocaba.

Y traía puesto el conjunto que ella estaba buscando.

Comenzó a rebuscar en las fotos de nuevo y se encontró con al menos 12 fotografías en las que ella lucía el mismo conjunto, entonces lo recordó.

Había sido a mitades de la semana que pasó con Samuel, ella había estado feliz de estar allí con él a tal punto que había querido hacerle algo especial a ese chico que le hacía el desayuno, la comida y la cena cada día, a ese chico que la miraba con ojos llenos de amor y lograba hacerla suspirar, no solo gemir.

Jamás lo había usado con Polo, esa había sido la intensión, lo había comprado con Lu para cuando ella tuviese su primera vez, pero no se había atrevido a usarlo. Aquella vez había sido una voz en su interior la que le había dicho que no era ni el momento, ni la persona adecuada... si ella se hubiera interpretado mejor a si misma en ese entonces, habría entendido que ese sexto sentido de alerta no se refería solamente a usar o no el conjunto.

En cambio con Samuel había sido completamente natural, ella simplemente se había decidido a ponérselo y lo había hecho y se había sentido correcto, sonrió. Ella jamás se hubiera imaginado que usaría ese conjunto en el apartamento de Samuel, no cuando había planeado en su mente los mejores hoteles que combinaran en valor con el conjunto. Ahora lo sabía mejor.

Ella había decidido dejárselo, porque ella había comprado ese conjunto para usarlo con alguien a quien ella se quisiera entregar en todas las formas posibles y ella lo supo cuando empacó, solo Samuel sería esa persona, sin importar cuantas personas conociera... solo Samuel la tendría a ella por completo, y ese conjunto era la promesa y la prueba de ello.

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