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Samuel y Lu

Junio 2021

Samuel ya no sabía que hacer, fue casi junto con sus finales cuando de repente los demonios de Lucrecia estaban por toda la casa, Samuel había tenido que encargarse de todas las coladas, las suyas y las de Lu, pues la chica por alguna razón que él desconocía, había entrado en una depresión terrible, afortunadamente no se había ido de Shopping ni nada parecido, y Samuel estaba desesperado porque Lu le dijera qué es lo que estaba mal con ella.

Fue una noche cuando finalmente la mexicana había explotado en uno de sus famosos y flamantes discursos llenos de veneno hacia todo el mundo, incluyendose ella.

No podía salir a la calle de forma normal porque aún le daba miedo el barrio, no podía salir tampoco cercas, por el riesgo a encontrarse con Omar o alguien, no podía salir de fiesta, ni siquiera a tomar algo con quien fuese de nuevo, por miedo a que alguien la reconociera, estaba vistiéndose como una pobretona porque no tenia un duro para gastarlo en ropa, pues todo tenía que irse a los ahorros si ella de verdad quería estudiar una carrera. Su mejor amiga la había abandonado sin señales de vida, el amor de su vida se había ido de mochilero mientras ella sobrellevaba su desgracia, había tenido que vender todas sus bolsas y zapatos de diseñador para tener dinero y ayudarse con los gastos de diario... y se sentía encerrada, como si su vida se hubiera terminado cuando no abordó ese avión.

Y tampoco quería ver a sus viejos compañeros, no podía mirarlos a la cara. Estaba más que avergonzada con todos, inclusive con Valerio, pues si ella había accedido a tener algo con él, había sido por despecho y nadie, ni siquiera su medio hermano se merecía eso. Y por la misma razón no quería ver a nadie. Mucho le había costado abrirse con Samuel y mostrarle su debilidad, como para hacer lo mismo con todos.

Eso desesperó a Samuel, quien solo pensaba en una solución para ayudar a su ahora hermana. Fue una de las chicas nuevas, Isadora... quien le había dado la idea. Samuel no podía pagar un viaje a Ibiza o algo parecido porque resultaría tremendamente caro, pero si llamó a Nano para preguntarle si es que podían quedarse con él y su madre en caso de visitar Marruecos.

Pilar había escuchado por el altavoz y había gritado encantada, aunque si que se preocupó cuando Samuel les contó la razón del viaje. Pilar había llegado a querer mucho a Lucrecia, así que le aseguró a Samuel que la harían sentirse mejor entre todos.

Una vez pactado, Samuel buscó vuelos, y casi se ríe cuando vio la fecha de ida... 23 de Junio. Sin pensárselo mucho reservó los boletos, sabía que si lo pensaba más tiempo, acabaría por no pagarlos... compró el vuelo redondo, estarían en Marruecos una semana y media y eso costaría 450 €... o sea un mes completo de la renta del departamento, tenía una semana para irse a trabajar al restaurante y juntar lo necesario para cubrir ese hueco de dinero.

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El 22 de junio en la noche, Samuel ya tenía todo listo para el viaje, le había empacado a Lu lo indispensable y lo mismo a él, había terminado las coladas y hablado con Mirella para que los cubrieran sus chicas, dejándoles obvio la paga a ellas, solo era para no perder a sus clientes.

Cuando Lucrecia se levanto ese día, Samuel estaba parado en la puerta con dos mochilas... Lucrecia no tenía muchas ganas de lidiar con las ocurrencias del chico, así que casi lo deja pasar... hasta que él le indicó que si no se cambiaba, la llevaría al aeropuerto en pijama. Lucrecia al verlo serio, obedeció... se sorprendió cuando vio los tickets de avión... Marruecos. Ella sabía lo que costaba un vuelo a Marruecos, así fuese en la línea económica y ese simple gesto logró despertarla un poco de su autocompasión.

Samuel podía decir que estaba funcionando, Lucrecia volvía de alguna forma a ser ella misma, ya había tomado mil y un fotos desde el aeropuerto hasta dentro del avión, era reconfortante ver un poco de la Lucrecia a la que estaba habituado.

Cuando finalmente aterrizaron, Nano y Pilar los esperaban con unos enormes carteles que rezaban "Lu y Samu"

Marruecos fue liberador para ambos, pero sobretodo para Lucrecia, que por primera vez en un año, había podido salir y disfrutar de ser una persona normal. Marruecos y sus anfitriones le enseñaron en pocos días, que uno podía tener al mundo en las manos.

Por primera vez en su vida, Lucrecia podía decir que ella era millonaria, porque había millones de pequeñas cosas en su vida que la hacían feliz, dejó de importar que fuera pobre, que no usara ropa de marca... En Marruecos nadie la conocía, nadie la juzgaba, ni siquiera Nano o Pilar cuando ella les había contado su historia, y Lucrecia conoció por fin lo que era ser alguien normal y estaba encantada con la idea, porque ya no sentía sobre sus hombros la presión de los que eran sus progenitores, no más, ahora ella podía ser quien quisiera y no quien debia ser.

Cuando Pilar y Nano se enteraron que los chicos estaban ahorrando para la universidad, hablaron con ellos y les dijeron que ellos los apoyarían con 4.000 € al año, y aunque los chicos intentaron negarse, Pilar había llegado a ellos cuando les había dicho que la familia estaba para apoyarse y ellos no pudieron rechazarle su ayuda.

Al volver a Madrid, ambos tenían un nuevo objetivo, un nuevo enfoque y decidieron centrarse en él. Obtener el dinero necesario para irse a la Universidad en Barcelona, tenían un año entero para lograrlo y si ambos cooperaban no tendrían que vivir tan al día.

La noche que volvieron a Madrid, se juntaron en la mesa del comedor y Lucrecia se encargó de los balances financieros, habían decidido que cada uno se quedaría con 2.000 € al año de lo que Nano y Pilar les habían ofrecido.

Hasta la fecha, Samuel contaba con un presupuesto de ahorros de 17.010 € y si a eso le sumaban los 8.000 €, solo le quedaba ahorrar 14.990 € durante un año. Acordaron que Samuel mantendría las coladas necesarias para ahorrar 1.200 € por mes y ya sin tener que ir a la escuela, podría cubrir turnos en el restaurante, lo que en promedio debía darle para ahorrar otros 791 € más... Lucrecia concluyó que para Junio, que es cuando mandarían la pre-matriculación Samuel debía tener 6.911 € extras de la meta.

Por su parte, ella mantendría el resto de las coladas para tener un promedio de ahorros mensuales de 1.300 €. Lucrecia había decidido cederle parte de los clientes a Samuel pues ella aún contaba con el dinero de todas las cosas que había vendido y el chico no, al tener que trabajar toda su vida y luego con el problema de Nano y su madre, había vivido al día por mucho tiempo, ahorrando solo lo poco que podía. Lucrecia en cambio tenía ahorrado hasta ahora 27.132 € más los 8.000€ y lo que podría ahorrar de las coladas, equilibraría la balanza para que ella tuviera 9.432 € extras de la meta. Razón por la cuál podía permitirse cederle clientes a Samuel.

-Es deprimente todo lo que tendremos que trabajar -dijo Samuel.
-Lo solucionaremos, sé que lo haremos -respondió Lucrecia-. Sobreviviremos

Samuel decidió creerle.

-Sobreviviremos.