Antes De Ti (Shanks x Lectora)

6- Necesidad

Su pacífico silencio fue interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación abriéndose. Pequeños pasos se escuchaban y éstos se dirigían hacía ella.

--¿Mamá?-- Llamó el menor de cabellos (c/c), la joven reconoció algo de emoción en su tono de voz.

Se acomodó en su cama y dejó salir un bostezo de sus labios. Vió a cierto pelirrojo en la entrada de su cuarto observando al pequeño. Mientras que su hijo se encontraba a su lado, con una traviesa sonrisa.

--¿Qué sucede?

--¡Tengo una sorpresita para ti, mami!-- Exclamó él, ilusionado, incluso veía un brillo en sus ojos.

Hace mucho tiempo que no le veía de esa forma, se alegraba mucho de verle así, una sonrisa se formó en sus labios, ni siquiera lo había notado.

Shanks vió aquella sonrisa y tampoco pudo evitar sonreír, pues el gesto de la chica era adorable, podía ver los hoyuelos que se formaban en las mejillas de la mujer.

Su corazón estaba siendo apretado en un puño, su estómago se revolvía y sentía un suave calor en su rostro.

--¿Cual es la sorpresa?

--Sé que no has tenido una buena semana, entonces Shanks-sensei y yo pensamos en que ésto te haría bien.-- Decía el niño, ocultaba algo en sus manos que se encontraban detrás de su espalda.

--Oh...-- La joven dirigió su mirada al mayor que se encontraba en la puerta, éste le regaló una tímida sonrisa. --Bueno, ¿cual es la sorpresa?

El menor de ojos cafés sonrió y luego le dió un sobre a la mujer, quién confusa lo tomó y después le regaló una mirada de desconfianza a aquel pelirrojo, dejó salir un suspiro.

Abrió el sobre y alzó un poco sus cejas al ver lo que había dentro.

Tres tickets para una feria.

--¿Quieres ir?-- Preguntó el niño, aún más emocionado que antes, su madre le sonrió calmada para tranquilizarle.

--¿Por qué tres?-- Cuestionó ella, aunque tenía una leve idea de quien era la tercera persona que iría.

--B-Bueno, quiero encargarme de que estarás completamente bien si quieres ir, aunque no es necesario que yo vaya.-- Explicó Shanks, riendo de manera nerviosa.

--Era una broma, supongo.-- Comentó ella, usando un tono serio. No estaba demasiado segura si tenía ganas de ir, aunque era demasiado obvio que su hijo moría por ir.

Diversión.

Una palabra que no estaba en su vocabulario, algo que no experimentaba, algo que sinceramente le daba miedo. Pero, ver a su hijo contento era su mayor prioridad, y tampoco moriría si salía de casa, después de todo cierto hombre le acompañaría por si acaso algo sucedía.

Le dio una última y pequeña mirada a su hijo, a ese tierno varón que le veía con sus ojitos ilusionado, se le veía tan feliz. Era el tipo de niño que contagiaba a todos con su felicidad.

--Entonces, ¿quieres ir, mami?

Ella asintió, viendo como el menor daba saltitos de emoción y aplaudía. (T/N) no pudo evitar sonreír ante esa adorable reacción, mientras Shanks la admiraba a lo lejos, su tímida sonrisa que estaba siendo ocultada con su mano y la forma en la que sus ojos se hacían chiquitos, era demasiado preciosa.

El pelirrojo sabía lo que estaba pasando, era algo que nunca había sentido antes, pero sabía de lo que se trataba, no estaba seguro si debía actuar sobre ello o simplemente dejarlo fluir, o ignorarlo. Tenía ganas de abrazar a la joven, por alguna extraña razón, era una necesidad, una intensa necesidad.

Hicieron contacto visual, ésto provocó que el corazón del sensei dejase de latir por un segundo, y luego ese órgano empezó a latir con velocidad.

¿Sus sentimientos éran un problema?

(...)

La noche había caído, la luna se encontraba casi en su punto más alto. La chica estaba a punto de buscar un outfit para ponerse, pues todavía no encontraba el ideal.

Se encontraba en bata y buscaba prendas para ponerse en su armario.

Encontró una preciosa falda que pensó que se le vería bien, tal vez acompañada de un top y una chaqueta se vería bien.

Ciertas palabras vinieron a su mente a la hora de pensar en aquellas prendas, su diminuta sonrisa desvaneció.

"¿A quien buscas impresionar vistiendote así? ¿Acaso quieres que los demás te vean vestida como una cualquiera? Pensé que eras alguien decente... Creo que me equivoqué."

Frunció el ceño, la fémina apretó sus labios y suspiró, guardando nuevamente aquella falda en su armario y buscando algo más.

Al final decidió ponerse unos pantalones ajustados y una camiseta de botones negra, con botas del mismo color de ésta, se vio al espejo y no se sentía convencida del todo.

Aunque sus prendas fuesen distintas, jamás se sentiría satisfecha.

Se hizo una coleta alta y su maquillaje era algo sencillo, realmente sentía que no habia diferencia alguna. Trató de sonreír un poco, pero era complicado ya que no había razón por la cual estar contenta.

<< Maldición... Necesito dejar de pensar de una forma tan negativa... >>

Dejó salir un largo suspiro, sintiendo un peso en su espalda y luego caminó hacía la puerta de su habitación, con la intención de ir hacia la sala de estar donde Shanks y (N/O) estarían esperándole.

Sonrió una última vez, tal vez intentaba convencerse a sí misma que todo estaría bien.

No importaba, nada más importaba, solamente quería hacer feliz a su hijo. 

Salió del cuarto, caminando hacía la sala de estar, donde se encontró con el pelirrojo y su hijo.

Le dedicó una dulce sonrisa al menor, aunque ésta fue apreciada y adorada por Shanks, quién veía embobado sus labios.

¿Cómo alguien se podía ver tan perfecto? Aquella pregunta no se iba del cerebro de Shanks, quién no dejaba de pensar en cómo la chica era tan perfecta, sonreía como un niño viendo su caricatura favorita. Nuevamente, aquella necesidad de poner sus brazos alrededor de la oji-(c/o) regresó.

Debía controlarse, por más que la fémina se viese maravillosamente hermosa, no podía besarle o abrazarle.

Ya no sabía que hacer, no sabía si debía simplemente decirle o hacer algo respecto a ello.

Suspiró.

Solamente debía disfrutar de la noche.

CONTINUARÁ...