15- De Mal En Peor

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--No sabes lo mucho que me alegro verte aquí, no sabía que vendrías, (T/N).

--No empieces. Sabes perfectamente el por qué estoy aquí.-- Hablaba con enojo, dejándose llevar por sus emociones, apretaba sus puños y a pesar de que quería golpear a ese hombre frente a ella, trató de resistir esas ganas. --Eres un imbécil.

--Esa no es manera de hablarle a tus mayores, mocosa.-- La arrogante sonrisa del rubio desapareció. --Corazón realmente te malcrió. Tú y Law siempre han sido unos rebeldes.

--No te atrevas a nombrarle.-- Sus ojos se encontraban llorosos de furia. --¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Dime que ganas con ésto. ¿Qué ganabas con decirle sobre mi?

--Mujeres. Son tan confusas.

DonQuixote Doflamingo se levantó de su asiento y se quedó de pie frente a la joven, tratando de intimidarle, aunque ésta no se movió ni un centímetro.

--Le dijiste a mi ex pareja sobre mi, le dijiste donde vivía, cómo encontrarme, cómo contactarme...-- Alzó su cabeza sin temor, haciendo un intenso contacto visual. --Sabías que yo trataba de mantenerme alejada de él, lo sabías muy bien.

--Oh, eso. Estás exagerando, (T/N).

Su sonrisa regresó a su rostro, aumentando las ganas de darle un puñetazo, se limitó a apretar sus dientes.

--No estoy exagerando...-- Se pasó sus manos por la frente, sentía que estaba ardiendo. Comenzó a caminar por la oficina, frustrada. --¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué?

Escuchó como el mayor dejaba salir un profundo suspiro.

--Tu pequeño mocoso-...

--No te atrevas a decir que mi hijo merece criarse con su padre.-- Le interrumpió ella. Sabía que eso sería lo que su tío diría. Eso era lo que casi todo el mundo decía. --No sabes todo el esfuerzo que he hecho durante todos éstos años para criar a mi hijo. ¿Crees que después de siete años voy a permitir que un imbécil venga como si nada y quiera hacerse el responsable?

--No seas egoísta. Tú eres la del problema con él, tu hijo no debería pagar por ello.

--¿Desde cuando te importa tanto cómo crío a mi hijo?-- Sus ojos (c/o) transmitían frialdad, sentía su sangre hervir, su cuerpo levemente sudoroso. --Si ese idiota no fue una buena pareja, ¿por qué debería esperar que sea un buen papá?

--Ya supéralo.

--Acepta que no puedes manipular mi vida. No eres mi padre, no me puedes aconsejar. No tienes su buen corazón, no puedes ser como él.

Doflamingo golpeó su puño contra su escritorio, provocando que la chica pegase un pequeño salto ante el inesperado movimiento.

--Vete de aquí.

--Hombres.-- Terminó diciendo ella, caminando hacia la puerta. --Creen que son tan superiores cuando solamente son niños inmaduros jugando a ser jefes.

Había una oscura aura alrededor del mayor, pero ya no importaba. Le daba igual lo que sucediese con Doflamingo.

(...)

A la mañana siguiente, la fémina despertó con un inmenso dolor de cabeza. Eran apenas las diez de la mañana.

Al bajar hacia la cocina, visualizó la silueta de un hombre alto de cabellos rojizos y corrió a abrazar su espalda.

--H-Hey... Buenas días, princesa.

Shanks se dio la vuelta para darle un mejor abrazo, rodeando su cuerpo de frente y besando su cabeza.

--Buenos días... ¿Qué haces aquí tan temprano?

--¿No recuerdas que te dije que cuidaría de ti?-- Acarició su espalda, sintiendo como el cuerpo de la peli-(c/c) se relajaba. --Te hice el desayuno, espero que no te enfermes otra vez.

--No seas tonto.

Rió ante el comentario del pelirrojo. Ambos se dirigieron al comedor donde la chica y el hombre empezaron a comer el desayuno.

--¿Te encuentras bien?

--Eso creo.-- Respondió ella a su pregunta, sonaba pensativa pues dudaba en si debía decirle al varón sobre lo sucedido. --Regresé a mi trabajo.

Ahora era él quien estaba un poco pensativo, pues no sabía si era una buena idea regresar al trabajo que le daba muchísima ansiedad y estrés.

--Trata de no poner mucho peso en tus hombros, ¿sí?-- Acarició la cabeza de la chica, quién sonrió de manera tierna y gentil.

Él era tan diferente.

Se preocupaba más por su salud mental, a diferencia de los demás tipos que conocía que le decían que trabajar no era lo suyo por ser mujer.

Shanks era simplemente perfecto.

--Te amo.

El pelirrojo sonrió ante las palabras de la chica, pues ella no decía aquello muy seguido.

--Yo te amo más.-- Besó sus labios y acarició el cuello de la peli-(c/c) con sus dedos. Mientras ella suspiraba lentamente. Al separarse, ambos comenzaron a reír como dos tontos enamorados. --Tengo que irme, ¿si? Cuídate, te amo.

Se dieron un rápido, pero romántico beso y luego la mujer siguió al mayor con sus ojos hasta que salió por la puerta.

Continuó comiendo su desayuno por unos minutos hasta que finalmente terminó y fue hacia la cocina para lavar su plato sucio.

El sonido del timbre la sacó de sus pensamientos, negó con la cabeza.

<< Ese tonto olvidó algo seguramente...>>

Caminó hacia la puerta y trató de aguantarse sus ganas de reír antes de abrirla.

--¿Acaso olvidaste algo?-- Preguntó mientras abría la puerta, aunque su sonrisa se borró al ver la persona frente a ella.

--(T/N)...-- La nombrada no tardó un segundo en cerrar la puerta en el rostro de aquel hombre, aunque éste había puesto un pie en la puerta, evitando que ella la cerrase. --Escúchame, ¿si?

--La última vez que dijiste eso, lo único que escuché fueron mentiras.-- Replicó la de ojos (c/o), empujando y tratando de forcejear con la fuerza del contrario.

--Eso fue hace años, soy una persona diferente.

--Y yo ya no soy una mocosa a la que puedes manipular a cómo se te antoje.

--(T/N), solamente quiero hablar.

¿Hablar? Le daba igual si quería hablar. Ella no quería, pero eso no importaba, ¿verdad? Lo que importaba era que él quería hablar.

--Vete.

--(T/N), escúchame.

"No podrás hacerlo."

"Una madre soltera nunca sale adelante sola, sin un hombre."

"Seguro será un buen hombre como su padre, ¿verdad?

Se mordió el labio. Su opinión nunca había importado.

Dejó de batallar y abrió la puerta.

CONTINUARÁ...

Antes De Ti (Shanks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora