12- ¿El Hombre Perfecto?

811 75 0
                                    

Unos delicados dedos acariciaban su espalda de manera tierna, con suavidad frotó su mejilla contra el pecho de su acompañante, lentamente abriendo sus ojos encontrándose con el rostro de cierto pelirrojo que le veía dormir.

--Buenos días...-- Murmuró Shanks, moviendo uno de los mechones de la joven en su rostro, poniendo éste detrás de su oreja. --¿Dormiste cómoda?

(T/N) estiró su espalda, dejando salir un pequeño quejido, terminó suspirando y se acomodó más cerca del varón.

--Sí... De hecho tus brazos son muy cómodos.-- Comentó ella, acercándose más a Shanks.

Le gustaba la sensación de su cuerpo contra el cuerpo del pelirrojo, la calidez que recorría su piel y el cosquilleo en su bajo vientre. Y las cálidas manos del hombre tocando peligrosamente su espalda, provocaban mariposas en su estómago, y encendía su cuerpo.

En un abrir y cerrar de ojos, Shanks se encontraba encima de ella, viéndole con ojos de depredador. Era una imagen sensual, era excitante ver al mayor tratando de ser dominante.

--Son las diez de la mañana, señorita...-- Usaba un tono coqueto al hablar, dejando besos en el cuello de la joven.

--Podemos empezar el día de una buena manera. ¿No, sensei?

Lo último que ella vió fue esa sonrisa ladina en los labios del pelirrojo, cerrando sus ojos y dejándose llevar por la pasión en las húmedas caricias del varón.

Y la mañana pasó entre gemidos acompañados de sudor y placer.

(...)


--Te noto callada. ¿Te encuentras bien?

Apretó sus labios, como si estuviese tratando de resistir sus ganas de decir algo, su mirada se había perdido en el suelo de madera.

¿Se encontraba bien? Eso creía.

Había tenido una buena noche con un hombre maravilloso que parecía preocuparse por ella, ¿por qué sentía como que algo estaba mal?

Shanks notó el silencio en la chica y se acercó a ella, posando su mano en su muslo tratando de darle algo de confianza y apoyo.

--Shanks...

--Sabes que puedes confiar en mi, ¿no? Puedes decirme lo que pasa por tu mente.-- Decía con gentileza, viendo como la peli-(c/c) sonreía suavemente.

Aunque se perdió en sus pensamientos.

¿Y si la historia se repetía? ¿Si su confianza en los demás quedaba destrozada al igual que su futuro? ¿Y si él resultaba ser como los demás? ¿Y qué pensaría (N/O) sobre ésto? ¿Era una buena decisión?

--Estoy bien... No te preocupes.-- Le regaló una pequeña sonrisa, pudo ver como el pelirrojo no estaba demasiado convencido. --Estoy algo cansada.

Acarició sus labios con los ajenos, añadiendo más intensidad con el paso del tiempo, hasta que tuvieron que separarse por falta de oxígeno.

Un largo rato después, ambos se dirigían a la casa de la peli-(c/c), ésta se encontraba algo ansiosa, su mano no se separaba de su boca y mordisqueaba sus uñas, perdiendo su mirada en el cielo.

Una vez llegó a su casa, recibió una cálida bienvenida.

--¡¡Mamá!!-- El pequeño se abalanzó a la chica, quién se puso de cuclillas para abrazar al menor.

--Hey, pequeño... ¿Estás bien?-- Revolvió los cabellos del niño, viendo como éste sonreía de oreja a oreja y asentía.

El peli-(c/c) comenzó a hablar con Shanks, parecía tan energético, la mujer notó el cansancio en su hermano.

--Tu pequeño mocoso es un poco... hiperactivo.-- Comentó el ojeroso, suspirando de forma profunda. --¿Te divertiste?

--Más o menos.

--¿Acaso no es bueno en...?-- El rostro de la mujer enrojeció de inmediato.

--N-No, no es eso... Era bueno, demasiado... No es el punto.-- Tartamudeó ella, ambos caminaron hacía la habitación de la oji-(c/o). --Es sólo... sigo pensando en él.

--Pensé que le había superado y que le odiabas.-- Law frunció el ceño.

--N-No, no me refiero a eso... Maldita sea.-- Estaba tan estresada que no podía pensar del todo bien. Respiró, tratando de calmarse. --Tengo miedo, ¿si? Shanks... es un hombre realmente maravilloso, es extraño ya que casi nunca te encuentras hombres así y... solo tengo algo de miedo a que Shanks termine siendo como él...

El pelinegro se quedó en silencio por unos segundos, esperando a que ella dijese algo más, pero la fémina le veía esperando por algún consejo o algo así.

--¿Pensarías de la misma manera si nunca le hubieses conocido?-- Una expresión de confusión apareció en el rostro de la oji-(c/o). --Si nunca hubiese conocido a aquel imbécil, ¿crees que pensarías de la misma manera?

--N-No lo creo... a menos que hubiese otro idiota que hiciese lo mismo que él hizo.

--Exacto, a veces algunos idiotas van a tratar de hacerte daño, no por eso significa que todos te van a lastimar...-- Law posó su mano en el hombro de su hermana, sonriéndole de manera gentil. --Está bien que tengas miedo, es comprensible. Pero no permitas que un idiota arruine tus nuevas oportunidades de ser feliz.

Una sonrisa se asomó en el rostro de la fémina, sintiéndose mejor gracias a las palabras de su hermano.

--Gracias, Law.

--Para eso están los hermanos mayores, ¿no?-- Revolvió los cabellos (c/c) de la chica. --Recuerda, también tienes que hablar sobre ésto con el pequeño mocoso.

--Supongo...-- Murmuró ella, mordisqueando sus uñas de nuevo.

--No lo pienses de más, solo dile que tú y el pelirrojo se quieren y serán una pareja, o lo que sea que hayan decidido ser.-- Asintió. --Bueno, si eso es todo, te dejaré sola por un rato.

--Claro.-- Observó al pelinegro caminar hacía la puerta de su habitación. --Law, gracias.

El de ojos grises le sonrió y finalmente se retiró del lugar.

La voz de cierto rubio cruzó su mente, provocando una suave calidez en su pecho. Sentía que alguien estaba junto a ella y no pudo evitar sonreír.

Por más que odiase admitirlo, Law tenía razón, no dejaría que un idiota arruinase su nueva oportunidad de ser feliz, después de tanto tiempo, se lo merecía.

Era como si el destino le hubiese mandado a su hombre, al hombre perfecto, a aquel pelirrojo que era una de las mejores cosas que le habían sucedido éstos últimos años.

CONTINUARÁ...

Antes De Ti (Shanks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora