5-El golpe del amor

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A la mañana siguiente no estaba el chico de ayer en el entrenamiento.

Nadie pareció tomarle mucha importancia pero después de lo que me contó Mason tengo miedo de que algo malo haya podido pasarle. Me pasó por la cabeza el ir a preguntar a enfermería, a ver si de casualidad alguien me decía algo, pero sabía bien que si me entrometía demasiado no resultaría nada bueno.

La clase del día de hoy sería mixta, nos iba a tocar pelear contra los hombres. Al nosotras ubicar nuestras partes débiles, nuestro principal objetivo era evitar que ellos llegaran a tener contacto contra éstas, eran los pechos, nuestra parte baja, el rostro y el abdomen.

Pero también sabemos los puntos débiles de ellos, la parte posterior de sus bíceps, su parte baja, las rodillas y el cuello. Teníamos puntos similares pero por alguna razón esos eran los que se diferenciaban un poco.

A Becca le tocó contra un chico llamado Christopher, después de unos cuantos golpes ella logró sacarle ventaja y lo tumbó al suelo. Becca se llevó un buen puñetazo en el rostro, le iba a quedar una marca muy llamativa por al menos una semana y dudo que eso le agrade mucho. Después de varias parejas más, Brianna peleó contra un chico que ya olvidé su nombre y quedaron empates. Ambos estaban aplastando sus cabezas al suelo así que técnicamente ambos habían perdido pero en fin.

La pelea que me interesó bastante fue la de Cameron, tenía un estilo de pelea bastante peculiar, esperaba a que el oponente atacara y casi nunca atacaba él. Su estrategia me pareció ingeniosa, analizaba los constantes ataques del oponente y tras eso lograba usarlos a su favor para derrotarlo, no muchos eran capaces de hacer eso pues es desgastante.

Después de varias parejas la entrenadora dijo que habría una más pero que ella escogería a los candidatos.

—Bien, de las mujeres escogeré a... —dio un giro de suspenso mientras buscaba en su lista—Becca.

La volteé a ver y alcé ambas cejas, tratando de darle ánimos a pesar de que no servirían de nada.

—Y de los hombres será...—el entrenador demoró un poco buscando en su lista hasta que le iluminó la mirada—¡Cameron!

La felicidad con la que pronunció su nombre fue comprensible, la entrenadora le tiró mala cara pero lo dejó pasar. Se me hizo una pelea injusta, eran rangos diferentes, aunque al final de cuentas en el campo de batalla no te vas a detener a pelear con los de tu categoría. Ahí es un todos contra todos.

—¡Comiencen! —indicó la entrenadora.

Empezaron a dar vueltas por el cuadrilátero, Becca soltó el primer golpe y para sorpresa mía logró darle en las costillas pero bajó su guardia. Cameron aprovechó ese descuido para darle un puñetazo en el abdomen, Becca dio un paso atrás y trató de recuperar el aire, ella lanzó otro golpe pero él logró esquivarlo.

Cameron tomó su brazo y la lanzó al suelo, la retuvo ahí con una llave donde sostenía su brazo detrás de su espalda y mantenía su cuerpo en el suelo con su rodilla. Esperó el conteo de tres segundos y ganó.

Ella se puso de pie, ambos se miraron por un segundo y él alzó el puño para darle un golpe suave en el hombro. Le dijo que lo había hecho bastante bien y le regaló una sonrisa, ella se bajó del cuadrilátero y se acercó a Brianna y a mí con una gran sonrisa.

—¿Qué tienes? —pregunté.

—Soy la persona más feliz del mundo—dice con la voz aguda.

—Pero si acabas de perder—aclaré—Y terriblemente mal.

—¡Tracy!—me reprendió Brianna con un leve golpecito en el brazo—Pero sí, tiene razón.

La Guerra Eterna© #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora