7-Un nuevo comienzo

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—Vamos, Tracy—pidió—Es domingo, no hay tareas ni nada, es nuestro único día libre hay que hacer algo...

—Anda, no seas amargada—me dijo Enzo.

Rodé los ojos y volví a darles la espalda cubriéndome hasta el cuello con las mantas, poco después sentí a Becca treparse en mi cama para quitarme las sábanas de encima. Gruñí de desesperación y me coloqué de pie sin opción alguna, los fulminé con la mirada y los corrí de mi habitación.

Habían llegado temprano a decirme que iba a haber una celebración tradicional de los de la ARWAP, iban a haber pequeños stands de comida en el campo y también iba a haber algo de música. Había escuchado sobre ésta celebración, siempre la organizan los avanzados antes de irse al campo de batalla como para darles buena suerte. Mente y cuerpo contentos, desempeño de reyes.

Algo así es su lema, la verdad es que me parece una estupidez. De cualquier forma no van a ganar, llevamos más tiempo del que podemos contar en esta guerra y se creen que por una celebración inútil van a atraer alguna clase de buena suerte. Sin embargo, terminé aceptando porque me estresaron de una manera que no puedo explicar.

Terminé poniéndome unos jeans y una camiseta negra ajustada, era lo mejor que podías encontrar en estas situaciones. La moda dejó de ser relevante hace tantos años, ahora no hay mucho que puedas lucir de manera muy extravagante y aun así Becca se las apañó para lucir espléndida.

Sus rizos caían por su espalda hasta su cadera, la blusa que llevaba era roja y le dejaba al descubierto una parte de su estómago, llevaba una falda de mezclilla que le cubría las partes más importantes, también iba utilizando unas botas largas color negro con un tacón muy pequeño. Llevaba algunos accesorios pero lo que más destacaba era su rostro, se había colocado alguna especie de pintura en el rostro, su piel morena contrastaba a la perfección con todo lo que llevaba. Brianna por su parte llevaba un vestido de color azul claro con una chaqueta de mezclilla y unos tenis color blanco. También llevaba pintura en la cara que resaltaban sus ojos.

Quedé boquiabierta y de pronto me sentí muy simple, de haber sabido que te podías pintar la cara hubiese traído conmigo mis colores y crayones.

—¡Wow, Becca! —exclamó Brianna—¡Luces espléndida!

—¡Y tú también estás radiante!

Sonrieron de oreja a oreja y cuando me miraron no dejaron de sonreír.

—Ven, te prestaré algo más para la ocasión—Becca me extendió su mano.

Después de haber aceptado su mano, demoramos más tiempo del estrictamente necesario en su habitación. Me prestó una blusa de tirantes con un escote que dejaba al descubierto una pequeña parte de mis pechos, me coloqué unos pantalones negros que estaban algo flojos de la parte inferior y ajustados de mis caderas con unos tacones pequeños del mismo color, después me pintó los labios con algo que ella llama "pintalabios" y me tintó las pestañas con un cepillito de tamaño miniatura llamado "máscara de pestañas".

Por primera vez en años me sentí muy contenta, no sabía que existían todas estas cosas y agradezco a Becca por habérmelas enseñado. Me sentía sorpresivamente más linda, más llamativa y debo admitir que me encantó la sensación. Siempre he estado conforme con quién soy a pesar de todo lo que he pasado pero ahora luciendo así puedo decir con seguridad que luzco increíblemente asombrosa.

—Gracias—le dije mientras me miraba en el espejo de su habitación.

—Luces divina—señala Brianna.

La Guerra Eterna© #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora