En la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, 43 mujeres de todo el mundo dieron a luz. Lo raro de esto es que ninguna de ellas había estado embarazada cuando comenzó el día.
Sir Reginald Hargreeves, un excéntrico multimillonario y aventur...
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Ellie.
— Bueno, y ¿Cinco dijo algo más?
— A mí no mucho, solo que debemos luchar contra el responsable.
— ¿Y quién es ese supuesto responsable?- Diego pregunta esta vez dirigiéndose a mí.
— Diego, si lo supiéramos no estaríamos aquí perdiendo el tiempo.- Le respondo con obviedad. — Cinco está tratando de obtener esa información ahora mismo, ¿sí?
— Fantástico, ¿y no se le ocurrió decirnos esto antes? Ellie, tú lo sabías desde el principio, ¿por qué no nos dijiste?- Iba a responderle, pero volvió a hablar él, y el resto de mis hermanos al mismo tiempo, como de costumbre. —Tenemos que aclarar todo esto.
— ¿Estábamos dentro de la casa?
— No, afuera.
— ¿Solo nosotros, o todo el planeta?
— Todos morimos.
— Hola.- Escucho otra voz a mis espaldas. Vanya estaba aquí, junto a un tipo que no reconozco. — ¿Qué sucede?
— Es un tema familiar.-Se me adelanta Allison a mi lado, y por primera vez quiero golpearla.
<< ¿Cómo se le ocurre? >>
— Un tema familiar. Claro, ¿por qué molestarse en incluirme?- Dice Vanya con ironía.
— No, no es eso, estábamos...
— Perdóname la interrupción.- Vanya hace el ademán de retirarse.
— Vanya, espera.- Se acerca Allison a ella. —Te diré cuando estemos solas.
<< ¿Es en serio? >>
— Por favor, no te molestes.- La detiene Vanya. — Yo tampoco lo haré.
— Vanya quédate, por favor. Eres parte de esta familia tanto como el resto, y también te concierne.- Me aproxime a ellas rápidamente. Pude sentir la mirada extraña del sujeto que la acompaña sobre mí, pero decido ignorarla, para centrarme únicamente en mi hermana.
— Déjalo, Ellie.
— Vanya, no es justo.- Se mete Allison.
— ¿Justo?- Cuestiona molesta. — Ser tu hermana no tiene nada de justo. Me han dejado afuera de absolutamente todo desde que tengo memoria. Ellie fue la única que se preocupó de convivir conmigo, y de tratar de unirme a ustedes, pero eso jamás funcionó.- No supe descifrar la mirada que me dio. — Y, creí que era por papá, pero ya no está. Son el resto de ustedes, ustedes son los desgraciados.
