Mi Sumiso personal

Samdy

Dylan.

Estoy sumamente fastidiado, se supone que debería de llegar temprano a casa pero claro que no, el contrato de la compañía, tenía que tardar y virgen de las motos, mi ama me va a asesinar, si esto es todo, adiós mundo cruel, ella va a dejar mi frío cadáver en una sanja cuando termine conmigo.

Eres un idiota Dy- eso me dije en cuanto entre por la puerta y la vi, allí estaba mi ama, mi señora, mi Sam.

Llegas terriblemente tarde, gusano -su fría voz, me hizo temblar, pero en un buen sentido, sentí un ligero pinchazo en mis pantalones -.

Ama…yo..yo.. perdón- mi voz salía temblorosa, apenas me escuchaba pero ella, o ella si lo hacía.

Estúpida, zorra de mierda, vete a preparar. -mi ama me quería, mi alma volvió a mi cuerpo, dios mi pene era un traidor, tantos años después y yo todavía gemía como una puta…mierda mi vida cambio, antes nunca hubiera permitido que me hablarán de ese modo, si supieran que el tan respetable dueño de la empresa de alimentos número uno en el país, conocido por su dureza en el negocio, era la perra de su esposa. Bueno seguro que la competencia tendría su día de campo. Ja, bueno no era el único, además aceptemoslo mi ama es la viva imagen de la esposa tranquila, sumisa y amada por todos, nadie podría creer que a puerta cerrada los pantalones de la relación los tenía ella.

Sin atreverme a comentar más ni a equivocarme caí sobre mis manos y rodillas, era natural para mí, en casa me movía a gatas, yo era su perra y amaba cada minuto de ello. Me arrastre hacía ella, pasando para detenerme a su lado, ella alargó una de sus manos, sus perfectas uñas tiraron de mi cabeza, hasta la raíz, dulce tormento, gemí ante el ardor, era placentero.

Odio que llegues tarde, te lo he dicho muchas veces, pequeña golfa. Sabes eres la última zorra en llegar a casa.- sus palabras me quemaron, dios, en la empresa me iban a hacer burla, claro Jace me iba a restregar en la cara que él si había llegado temprano a casa, seguramente recibió un premio y quizás Norberto luego de terminar su turno en el instituto, vendrá a pavonearse junto a él. La próxima vez voy a ser yo, después de todo es una tradición, nos burlamos del que sea castigado, en secreto sentimos envidia porque significa que nuestra diosa del sexo loco nos utiliza tanto que te duele caminar. Pues hoy me toca bastardos, podré no caminar después de esto pero se los voy a tirar a la cara, todavía no hemos superado la competencia en realidad.

Sus uñas se arrastraron y luego me dejó ir. Yo me incline, llevando mi rostro al suelo, bese sus lustrosos zapatos y me dispuse a llegar a la recámara, tenía que estar listo. Primero empuje la puerta y abrí con rapidez, no trate de ponerme de pie, mi ama sabría, la última vez que alguno de nosotros se puso de pie sin su permiso, nos llevo a una azotada de culo brutal, recuerdo que mi culo tenía ronchas rojas, dios, gemí ante el recuerdo, casi quiero hacerlo otra vez, ella nos cuido, después de eso. Mi cuerpo es de ella, es su lienzo, soy su juguete, su perra entrenada.

Me quite la ropa, ya no tengo tanta dificultad como al inicio, virgen de las motos, tu sabes lo que me costó aprender, pero por fin ya no tengo ropa y mi diosa no es la más paciencia del mundo. Ya desnudo, mis manos y rodillas me llevaron al cuarto púrpura, tengo que bajar unas escaleras y luego subir otras, ella quería ese diseño.

Por fin llegue, solo para quedarme de rodillas en la entrada de la puerta, mi ama entro momentos después, ella venía desnuda, no había nada en su cuerpo, mis ojos bebían su imagen como un condenado.

Deja de verme, pequeña putita de mierda, mírate das asco. -aparte mis ojos de mi ama, coño, amaba que me hablara tan sucio, entre más me denigra, más caliente me pongo, estoy tan jodido.

……….

Cambios, eso es lo que va a pasar.
Esta es una pequeña muestra,díganme en los comentarios que opinan.

Estoy trabajando en el especial para los personajes, no desesperen tengo listo cada uno.