[COMPLETADA]
Kathryn Miles, es una linda chica con una vida desordenada. Tiene un novio que odia, una madre que no le pone ni la menor atención, pero todo esto cambia cuando conoce al hombre.
Aquel encuentro inesperado la llevará a hacer cosas impe...
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KATHRYN:
En cuanto le di la primera mordida a mi hamburguesa se formó un silencio, no era incómodo, pero podía notar que él esperaba una respuesta.
Estaba buena, no era la mejor, ¿Pero qué debía hacer? Cualquiera en su sano juicio quisiera volver a ver a este hombre.
—¡Wow! — dije tapando mi boca — ¡Es deliciosa!
—Te lo dije — sonrió triunfal
Asentí mientras terminaba de masticar, los modales ante todo.
—Tenías razón — sonreí
—Ahora deberás salir conmigo — tomó su hamburguesa y comenzó a comer
—No salgo con personas desconocidas — agarré una papa frita y la llevé a mi boca
—Ya nos hemos visto dos veces — dijo tranquilo
—Soy Kathryn — extendí mi mano
—Lindo nombre — correspondió el gesto
Pero no hace ni el mayor intento por decirme su nombre, eso me da un poco de desconfianza. Ahora presiento que algo oculta y eso no me gusta.
—¿Te gustan las películas francesas? — preguntó para cambiarme el tema
—Me gustan las películas en general —doy otra mordida a mi hamburguesa — ¿Y a ti?
—Amo el cine independiente, por eso voy a ese cine. No hay tanta gente y sus películas son buenas — responde con naturalidad
—Mi novio odia las películas y la música que me gusta, por eso es agradable ir sola o encontrarte a alguien que comparta ese gusto — sonreí
No sé por qué mencioné a Theo, espero ese comentario pase desapercibido
—¿Llevas mucho con tu novio? — insistió
—Dos años — respondí de inmediato, ya jodí lo que sea que comenzaba a formarse entre nosotros
—Es poco tiempo — dijo con desinterés y siguió comiendo
Ahora fue mi turno de observarlo, las pequeñas líneas de expresión que se formaban alrededor de sus ojos cuando sonreía, sus ojos azules en los que te puedes perder sin dudarlo un segundo.
—¿Me dirás tu nombre? — cuestioné
—Quizá, algún día — sonrió
—¿Por qué te sales por la tangente? Dime tu nombre, no es tan difícil — insistí
