[COMPLETADA]
Kathryn Miles, es una linda chica con una vida desordenada. Tiene un novio que odia, una madre que no le pone ni la menor atención, pero todo esto cambia cuando conoce al hombre.
Aquel encuentro inesperado la llevará a hacer cosas impe...
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════════════════ HENRY:
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Después de las presentaciones, el rector les indicó a los estudiantes los procedimientos por si querían cambiar una clase, etc.
Cada profesor teníamos un salón y una oficina que usaremos para asesorar a los alumnos que nos escojan para ser tutores.
Revisé mi lista, leí muchas veces, pero no encontré el nombre de Kathryn, eso ya sería demasiada coincidencia.
—Parece que este semestre será tranquilo, todos lucen como buenos chicos — Amelia, una de las profesoras, comenzó a hacerme la plática
—Sí, esperemos que sean bien portados — le sonreí
Caminamos juntos a la sala de profesores, me preparé un café que me bebí casi de un trago. Desearía que hubiera sido un whisky, pero quizás después de clases pueda pasar a ver a mi hermano y contarle mi desgracia.
—¿Tienes clase a primera hora? — volvió a intentar sacarme plática
—No, hasta la segunda hora — respondí en automático, estaba demasiado abrumado como para ponerme platicador.
—Yo si tengo, te veo a la hora del almuerzo — palmeo mi hombro y salió
Pase la mayor parte de la siguiente hora intentando no pensar en Kathryn, cuando vi mi reloj, noté que ya iba tarde a mi primera clase. Camine rápido por el pasillo hasta que llegue a mi salón, ya estaban completos los asientos.
Di un vistazo rápido, por suerte Kathryn no estaba en mi clase, aunque en algún momento de su carrera deberá tomarla, por lo pronto me sentía tranquilo.
—Buenos días, soy Henry Thompson, seré su profesor de Historia del Arte — comencé a hablar — les voy a pasar una hoja donde quiero que por favor me anoten sus correos estudiantiles para mandarles avisos, etc.
Saque una hoja de mi portafolio y la pase a la chica de la primera fila. Me sentí bien, hablamos de sus intereses al ingresar a esta carrera, me parecieron agradables y pude aprenderme el nombre de algunos de ellos.
Estaba caminando rumbo al auto, no sabía si esperar a mi hijo o irme. Por suerte me mando un mensaje diciendo que él llegaría solo a la casa porque se quedó charlando con unos compañeros.
Subo al auto como si alguien me persiguiera, parece estúpido tener que huir de ella, cuando puedo encontrármela en un pasillo, pero para mí parecía razonable.
Decidí a última hora no ir a la empresa, no me gusta ir allá, me acuerdo de los años que trabaje ahí y lo mal que la pase en medio de tantos números.
Me estacioné afuera de la casa, noté que estaba todo en silencio, esperaba que Eileen no estuviera, pero cuando entre a la habitación pude ver que me equivoque.
—Hola, ¿Qué tal tu primer día? — parecía de buen humor
Quizás pueda intentar acercarme a ella, creo que hoy, más que nunca, necesito que se comporte como una verdadera esposa.
—No quiero hablar, estoy estresado — comencé a quitar mi saco
—¿Tan malos son los universitarios? — sigue con sus preguntas
—No quiero hablar, quiero desestresarme — comienzo a quitarme la corbata que siento que me ahoga
Los zapatos y la demás ropa me estorbó demasiado pronto, ella solo está acostada mirándome. Hace tanto que no estamos juntos, que no puedo dar una fecha exacta.
—¿Y qué quieres que haga? — me miro mal
—Esperaba que me ayudaras, ha pasado tiempo — me acerqué a ella
Lentamente se incorpora y se hinca en la cama, veo que está dispuesta, así que hundo mis dedos en su cabello para darle un beso. Nuestras respiraciones son irregulares, mi miembro responde de inmediato.
—Chúpame — le digo cuando nos separamos para tomar aire
Baja lentamente dejando pequeños besos por mi pecho, me toma y me mete a su boca. Se siente bien, pero necesito más, la tomo del cabello para hundirme en su garganta.
—Así no... sabes que no me gusta — se queja cuando logra zafarse — me lastimas
—Compláceme, ¿Por qué no me puedes dar lo que me gusta? — el enojo en mi voz es evidente
Me separo de ella, busco un condón en la mesita de noche, me lo pongo para por lo menos poder correrme. Me acerco a la cama, vuelvo a besarla, pero algo se perdió.
Cuando me siento en la cama, Eileen se levanta, levanta su ropa y me monta, rápidamente me hundo en ella, la tomo de la cintura para obligarla a moverse.
—Muévete— le exijo
Lo hace, pero no con la intensidad que necesito en estos momentos
—¿Así? — cuestiona como si fuera la primera vez que follamos
—Más rápido — trato de ayudarla moviendo mi cadera
No lo hace y me desespero, quisiera que me complaciera como antes lo hacía, sigo como tronco, pero ya se me han ido las ganas. No se mueve como quiero, vuelvo a tomarla de la cadera, estoy lográndolo, ella ahoga sus gemidos y siento su calor recorrerme.
Se baja de mi regazo y me deja así, solo a mí se me ocurre pedirle que me dé un poco de atención.
Me quito el condón, de una u otra forma debo sacar este estrés, a mi mente llega su imagen, aun entre todos los estudiantes pude verla. Recuerdo lo suave de su piel, lo sonrosada que se ponía cuando la apretaba y se amoldaba a mi alrededor.
Solo unos segundos bastaron para venirme, mi semen caía sobre mi mano, Eileen me veía con asco, como si fuera la primera vez que me ve correrme.
—Salen chorros, qué asco — se levanta y comienza a aventarme papel para limpiarme
—No sé por qué mierda seguimos casados, no eres capaz de satisfacerme y además, te doy asco — la miro molesto
—Ve a bañarte — me dice tratando de calmarme — Harry no debe tardar en llegar
—Me molesta que llevemos tantos años juntos y no podamos follar decentemente — aviento el papel sucio al piso
—¿Por qué es tan importante? Solo jálatela en la ducha y listo — rueda los ojos
Cierro los ojos tratando de calmarme, respiro profundo, me meto al baño y dejo que el agua caliente caiga en mi cuerpo. Solo necesitaba una cosa de ella, pero parece mentira que no podamos ni follar.
