CAPITULO 33

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ZEE

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ZEE

Saint está actuando raro. Apenas ha dicho una palabra durante la cena, y luego rechazó mi idea de ver una película en el centro, diciendo que solo quería volver a la habitación.

Mientras subimos en silencio la escalera a la habitación, desearía saber qué estaba sucediendo en esa sexy cabeza suya. No parecía enojado, o incluso triste. Más como preocupado, lo cual es inusual en Saint y me preocupa.

—¿Entonces de qué quería hablar Pat contigo antes? —Estoy intentado hacer conversación, pero mi pregunta tiene el efecto opuesto.

—Solo algunas cosas del entrenamiento —responde. Y luego se calla otra vez.

Ahogo un suspiro y lo sigo hasta el segundo piso, admirando la forma en la que sus vaqueros desteñidos abrazan su culo. Hemos estado en pantalones cortos y chanclas todo el verano, pero esta noche esta sorprendentemente fría, así que ahora puedo beber con la vista a Saint en vaqueros. Luce tan malditamente espectacular.

—¿Quieres ver algo en tu portátil? —pregunto mientras entro a nuestra habitación—. Wayar me envió este video gracioso de...

Sus labios están en los míos antes que pueda terminar la oración.

Me empuja contra la puerta y mete su lengua en mi boca, instintivamente le devuelvo el beso a pesar de las campanas de sorpresa sonando en mi cabeza. Aprieta mi cintura y frota su parte inferior contra la mía, gimiendo roncamente.

Cielos. No estoy seguro de dónde vino este repentino ataque de pasión, pero mi pene seguro que lo aprecia. Después de un minuto o dos, estoy duro como el hierro detrás de mi cremallera. Saint lo nota, y sus manos son casi frenéticas mientras busca a tientas el botón de mis pantalones.

—Te debo una mamada —murmura.

Cierto. Los lanzamientos. Me había olvidado del premio. No es que importara, viendo como nos dábamos mamadas regularmente sin la necesidad de unos lanzamientos para justificarlo.

Tira de mis pantalones y bóxers por mis caderas, poniéndose de rodillas casi con desesperación. Las alarmas en mi cabeza suenan más fuerte.

—Oye. —Meto mis dedos en su cabello para detener sus movimientos frenéticos—.¿Qué se te ha metido?

—Nada aún. —Lame la cabeza de mi polla, y veo estrellas—. Pero espero que esto se meta en mí pronto.

Luego, toma toda mi longitud en su boca, probándome que sin duda ha aprendido nuevos trucos este verano. Ahora puede hacer garganta profunda como un campeón, y normalmente yo soy bueno en eso.

Esta noche, algo se siente raro.

Su urgencia impregna el aire. Me apoyo contra la puerta e intento entregarme a él, pero a pesar de su boca mágica, no puedo concentrarme. Metiendo una mano bajo su barbilla, lo levanto.

El (ZaintSee/ZeeSaint) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora