Horas después...
Lo que al principio parecía un intercambio de sangre sin importancia, acabo siendo un encuentro intimo y sexual como los de antes. Con la luna llena como testigo de su unión, Freen gemía en alto inclinada sobre la mesa mientras Dorian la embestía desde detrás con fuerza y profundidad sujetándola por la cintura. Los dos estaban a medio vestir y sudando a mares.
—Dorian... —suplicó ella, intentando no gritar en voz alta—. Espe... para...
—¿Qué pasa? —pregunto él a su oído—. ¿Has perdido la costumbre a esto o qué?
—No tienes... que... ser tan duro...
Dorian se rió al escuchar esas palabras, y entonces mordió el ovulo de la oreja de Freen. Está ante eso gimió de dolor y placer por igual.
—A ti te gustaba. Parece que ser la dominante en tu relación con Becky te ha ablandado.
Freen quiso contradecir eso, pero de su boca solo salieron jadeos y gemidos de placer.
Apoyada sobre la mesa y de espaldas a él, Freen sentía como su hermano y prometido la hacía suya de nuevo desde detrás sin contenerse en absoluto. Freen se aguantaba de pie como podía. Una de las manos de Dorian se puso sobre uno de sus senos para apretarlo y masajearlo, excitándola aún más. Ella cerró los ojos y se mordió el labio para no gritar.
—Freen... deja ya de contenerte. Liberate... saca tu verdadero yo.
—¡No...! ¡Para!
Ella dio un grito ahogado al llegar al orgasmo. Mostró su verdadero rostro de vampira; ojos rojos abiertos como platos mientras echaba la cabeza hacía atrás, y los colmillos a la vista por la boca abierta al gritar. El orgasmo fue tan intenso que incluso clavó los dedos en la dura madera, perforando el mueble. Aquello excitó tanto a Dorian que se contuvo al liberarse también.
Al calmarse y sentirse liberada, Freen se dejó caer rendida sobre la mesa, agotada.
—¿Estás mejor? —preguntó Dorian, sonando satisfecho.
Freen lo miró de reojo. —Sí...
Dorian se ríe al ver que su hermana no tiene fuerzas para quejarse de sus bromas.
Él quiso cargar con ella hasta la butaca, pero antes siquiera de dar un paso Freen ya se ponía en pie y se arreglaba la ropa como si nada hubiera pasado. Aquello molesto un poco al vampiro pero no quiso exagerar. Entonces vio el semblante serio de su hermana.
—¿Qué ocurre? —pregunto él—. No pareces muy contenta.
—Y no lo estoy —dijo ella—. Hoy he tenido un mal día, y lo de ahora...
—Lo de ahora... ¿qué? —dijo Dorian, malhumorado—. No ha sido nada que no hayamos hecho antes.
—Tal vez. Pero ya no estamos como entonces, Dorian. Ya lo sabes.
Freen pudo ver de reojo que Dorian apretaba los puños con fuerza, claro signo de frustración. Y eso la extraño.
¿Por qué ahora le molestaba que ya no fuera solo suya? ¿Qué le ocurría?
También le extraño el repentino impulso que él tuvo al beber su sangre con ansia y voracidad para después empezar a besarla y seducirla como él sabía hacer. Él no era tan impulsivo, a menos que hubieran estado un largo tiempo separados, que era lo habitual. Pero ese no era el caso.
—Dorian —empezó ella, pensando bien sus palabras—, te deje claro cual es mi relación con Becky ahora mismo, por ello no puedo estar a tu lado, y tú lo aceptaste, ¿recuerdas? —hizo una pausa. Terminó de arreglar sus ropas y se volvió de cara Dorian—. ¿Qué a cambiado?
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Academia Youkai #2
Vampiretras dar el paso de tomar la sangre de Freen, Becky estaba convencida de que nada y nadie podría separarla de Freen, pero... Los problemas no han terminado del todo. Solo ha comenzado. El pasado de Becky a llegado a la academia Youkai, y no viene s...