Becky... Becky...
Al escuchar una voz que la llamaba a lo lejos, Becky intentó abrir los ojos, pero los sentía muy pesados al igual que todo su cuerpo. Sentía como si estuviera flotando en el agua pero sin sentir que tuviera que aguantar el aire. Se sentía... relajada. No recordaba haberse sentido así nunca.
Poco a poco, los recueros de la noche anterior le vinieron a la mente, y se sintió como si estuviera en el cielo, y más cuando por fin pudo abrir sus ojos y ver, flotando hacia ella, a la mujer que amaba con todo su ser; Freen Sarocha.
Te amo, Becky. Te amo...
Becky vio como Freen, igual de desnuda que ella en aquel lugar tan tranquilo y lleno de paz, se iba acercando con los brazos extendidos hacia ella, a punto de rodearla con sus brazos.
«Freen...»
Becky quiso acortar más la distancia que aún las separada y estiró la mano, pero de repente, algo, o alguien, la agarró fuertemente por detrás, alejándola velozmente de Freen, quién fue incapaz de alcanzarla de lo rápido que se iban.
¡Becky!
«¡Freen!»
Confusa, Becky intentó mirar detrás suyo, y lo que vio la dejó petrificada de terror.
«No puede ser...»
Mi amor, dijo el ser que la empezó a tocar por todo el cuerpo, serás mía...
«No quiero... ¡NOOO!»
Becky abrió los ojos de golpe, espantada y con el corazón disparado. Vio que estaba no en su habitación en los dormitorios de la academia, sino en la habitación de Freen en su casa particular, tumbada de lado, algo adolorida en el cuello, y sintió algo seco en sus labios. Entonces lo recordó:
«Déjame estar siempre a tu lado, por favor. Convierteme.
No voy a convertirte ahora, pero si darte la recompensa que te prometí antes. Puedes beber mi sangre, si quieres. Seremos una. Podré sentirte a todas horas.
Unidas. Para siempre.
Ya eres completamente mía, Becky armstrong.
Y tú eres completamente mía también, Freen Sarocha».
Becky se tocó con los dedos la marca que tenía en el cuello y después sus labios, donde pudo notar el rastro de la sangre de Freen que ella no dudo en tomar para quedar unida a su amor. Ese recuerdo tan intimo y personal la hizo ruborizarse de vergüenza y alegría a partes iguales, haciendo que olvidara lo sufrido en aquella terrible pesadilla.
—¿Becky?
Junto a aquella maravillosa voz angelical notó que acariciaba levemente su piel sobre la ceja, apartando un mechón de su cabello rubio. Becky sonrió encantada con ese gesto tierno antes de girar la cabeza. Allí la tenía, sentada junto a ella en la cama, en la cabecera. La morena estaba con camisa negra abierta en par y sostén negro.
—Buenos días —saludó Freen con una sonrisa radiante, con su melena negra algo alborotada—. ¿Has dormido bien? — Becky asintió algo cansada—. ¿Cómo te encuentras?
—No puedo... mover el cuerpo —acabó confesando Becky—. Nunca me ha pasado.
—Siempre hay una primera vez, mi amor. — Freen acarició la melena larga y dorada que tanto le gustaba, y miró a Becky a los ojos—. ¿Seguro que solo es eso? He notado un instante de angustia en tu cuando has despertado.
Becky recordó lo que Freen le dijo anoche, que cuando tomará su sangre sentiría todo de ella, sus emociones ante todo. Entendió que a partir de ese momento no podría ocultarle nada.
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Academia Youkai #2
Vampirostras dar el paso de tomar la sangre de Freen, Becky estaba convencida de que nada y nadie podría separarla de Freen, pero... Los problemas no han terminado del todo. Solo ha comenzado. El pasado de Becky a llegado a la academia Youkai, y no viene s...