De la casa nada queda, excepto el marco blanco metálico de la puerta principal doblado y oxidado. La estructura, lo que fue una hermosa casa de piedra y madera, hace años fue destruida. Apenas quedan cimientos y escombros desparramados por ahí como testigos caídos de la opulencia perdida, canto de sirena para vándalos y curiosos que nada de valor dejaron luego de que la propiedad fue abandonada por su último ocupante y su familia, hoy apenas rastros de fantasma en la única fotografía que se conserva y conservo.
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Unos cuentos para variar
Short StoryPublicaciones de aquí y de allí... del mundo mundial.