¿Un becado junto a un idol?
Seungmin se ganó una beca a la mejor Universidad de Corea, lástima que su inteligencia no será apreciada y lo único importante es la popularidad y el dinero.
Jeongin un aprendis a Idol, amado por todos y conocido de mucho...
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La siguiente parte del proyecto...
Y por más que no quisiese, no podía delatarse aun mas, asi que aceptó.
- Está bien Yang, tu y Seungmin harán equipo... Bang irás en el equipo de Lee y Han - Hyunjin le dedicó una mirada no muy agradable al menor y cerró su maletín y salió del curso.
Jeongin se acercó al castaño y se arrodilló para quedar a su altura.
- Perdón si no te lo consulte pero quiero mostrarte que puedo colaborar.
- Hubieras echo eso con los otros chicos...
- Si, lo sé pero quería un poco de espacio para nosotros.
- Jeongin...- Seung frunció el ceño
- Si, perdón pero necesito demostrarte que puedo ayudarte... solo a ti - se levantó y despeinó un poco su cabello, volviéndose a su lugar.
Sacó un cuaderno y empezó a hacer apuntes.
- No puedo creer que me hayas abandonado - Felix le habló fingiendo enojo - espero esta vez si puedas aprovechar la oportunidad.
Jeongin regresó a verlo y asintió.
- Está bien lo admito, si me gusta y ya entendí que estoy haciendo algo mal.
Felix sonrió y le palmeo la espalda.
- Vamos Jeongin se que puedes lograrlo, esta semana te fue bien, escuché que lo acompañaste, y le llevaste bebidas eso es lindo de tu parte.
Jeongin recordó lo dicho y sonrió, pequeñas acciones que alentan el corazón.
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Por más que mirara el reloj con ganas de que se detenga este no minimizaba su ritmo.
Suspiró cuando vio la hora en la debían de ya reunirse.
Caminó mientras escuchaba una de sus canciones favoritas, la oscuridad era su única compañía.
Miró a lo lejos ya la colina dónde se iban a reunir.
- Llegaste temprano - saltó del susto cuando una mano tocó su hombro y uno de sus audífonos fue retirados.
- Hola... Me asustaste Jeongin - Seungmin llevó una de sus manos a su pecho y tomo aire - pensé que te vería allá.
- Y lo era pero creo que es peligroso que vayas solo a esta hora - Jeongin sonrió y señaló el otro lado de la calle.
Un auto negro estaba estacionado ahí.
- Vamos - Yang sujetó la mano de Seungmin y lo llevó allá.
Mientras conducía su mente daba varias imágenes de lo que había pasado la última vez que fueron a las colinas.
- Me gusta tu perfume - soltó de la nada Seungmin - pero... no es el mismo que la vez pasada... lo cambiaste verdad? Porqué?
El silencio duró poco pero fue asfixiante para Jeongin.
Era bueno decirle la verdad...
- Solo... me gusta la menta... a mí madre igual - respondió una vez que paró el auto en las faldas de la colina.
- Me parece que hule bien pero... creo que prefería cuando eras tú mismo
El camino fue en silencio, llegaron a la cima y llenaron sus pulmones de aire limpio y frío.
El vaho salió de sus labios cuando dejaron escapar el oxígeno retenido.
El cielo estaba despejado y se podía ver con claridad las estrellas y la luna.
Una vista preciosa para ser fotografiada.
Jeongin miró a Seungmin, se veía tan lindo como aquella noche. Su cabello castaño con mechitas rosas le daban una un encanto que lo enamoraba más.
- Jeongin - Seungmin paso su mano por el frente haciéndolo reaccionar - trajiste la cámara verdad.
El nombrado lo miró un poco confundido y un golpe de realidad lo azotó.
- Oh, si, a-aqui - empezó a sacarla de su estuche y a colocar el trípode.
El castaño miraba el cielo atento a cualquier fenómeno, pero algo llamó su atención.
A lo lejos podía ver cómo las luces tintiniaban, se veía tan pequeña desde dónde estaban.
Todo tenía un silencio que transmitía paz, dejandolo olvidar muchas cosas solo consentrandose en la bonita vista.
- Jeongin - Seungmin caminó hacia él y lo sujetó de la mano, mientras sonreía - ven a ver esto.
Se acercaron hasta el borde de lo más alto y miraron el horizonte.
Miles de luces agrupadas en ciertas partes iluminaban su vista.
Bajó la mirada encantado por lo bonito que se veía todo, fijándose en como sus manos aún están unidas.
Miró al castaño y encontró algo más bonito que la vista que la ciudad iluminado
- Ni las luces de la ciudad brillan más que tus ojos - susurró.
Seungmin sonrió aún viendo la ciudad, su perfil se podía distinguir con claridad entre tanta oscuridad.
Sus ojos no podían despegarse de él.
- No me mires así - susurró Seungmin volteando a verlo - me pongo nervios - sonrió con timidez y bajó la mirada mientras mordía su labio.
Jeongin sonrió por lo dicho sintiendo sus propias mejillas enrojecer, se dió la vuelta y tapo su rostro avergonzado.
Escucho a Seung reír y regresó a verlo, este lo miraba con un rubor en su rostro.
- Te pongo nervioso? - se acercó a él sonriendo de forma bonita, bajó sus manos y tomó las de Seungmin, este negó, desviando la mirada.
- No dije eso - susurró
- Pues yo creo que mientes, la forma en la que tus manos tiemblan, tu mirada divaga en cualquier rincón y tus labios son mordidos demuestra lo nervios que estás.
Seungmin levantó el rostro aun mas nervioso, Jeongin comprobó lo dicho y se acercó.
Tanto como para decir que lo iba a besar
Unio sus labios mientras cerraba los ojos perdiéndose en la suavidad que el brindaba el contrario, acaricio su mejilla y bajó su mano hasta ponerla en su cintura, el castaño pasó sus manos por el cuello y se dejó perder en el suave tacto.
Podía sentir aún como el castaño temblaba, así que aseguró su cintura con las dos manos, mientras movía sus labios con suavidad.
Si la primera vez fue un espectáculo que su corazón no podía superar esta vez fue aun peor.
No podía dejar de mandar latidos fuertes a todos lados, exagerando en la forma que demostraba lo conforme que estaba.
Las manos de Seungmin acariciaron el cabello rubio del chico y sonrió, levantó el rostro ahora dejando que su cuello se llene de besos, suaves y tiernos actos que hicieron que su mente se confunda y su corazón de latidos extraños.
Era tan extraño pero era tan satisfactoria la forma en la que se sentía bien.
- Mi idol - bajó su rostro y volvió a unir sus labios con los de Jeongin.
Era un beso suave sin malas intenciones, lleno de un sentimiento que estaba siendo descubierto por parte del castaño.
- Me gustas Seungmin...
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Adelanto
Una noche fría dónde sus cuerpos no sentían nada de lo que el clima les daba, solo un calor que los arropaba por la forma en la que se movían y se besaban.
