¡Tu! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Y ese maldito juego Otome!...
Una muerte, un sacrificio, llevo el alma de Hyoudou Issei a vivir una nueva vida en un juego Otome, ¿Como sobrevivirá a todo esto? ¿Que le deparara de ahora en adelante? ¿Lo mejor es actua...
El día de la batalla había llegado, todo se celebraría en una área espaciosa de la academia, la audiencia estaba protegida por una barrera mágica, garantizando una perfecta seguridad.
Issei estaba en la arena de la academia, pensando sobre cuantos estudiantes vendrían para ver el duelo, aunque ciertamente cuantos mas mejor así ver sus sueños y esperanzas rotos seria mas gratificantes.
Issei estaba vistiendo su armadura la armadura del Sekiryuutei, en la misma sala, Sheba, Fou y Luxion estaban acompañándolo.
Sheba—Te ves estupendo Ise, apenas si puedo aguantar la emoción para ver el duelo.
Fou—¡Fou! ¡Kyu, kyu! ¡Fou!—tanto el pequeño como la mujer parecieron emocionados, uno esperaba ver una gran batalla la otra ya podía oler el dinero y el exquisito banquete de la victoria.
Luxion—[Supongo que esta bien, aunque también estaba el articulo que prepare para usted]
Issei—En lugar de eso debiste modificar la armadura para que aguantara los [Boost] quiero terminar esto antes de que se den cuenta.
Luxion—[Todo lo que solicito esta listo en la armadura no hay problema]
Issei—Bien entonces es momento de salir—sin nada mas que arreglar el grupo salio, aunque curiosamente Olivia estaba esperándolo ahí.
Olivia—¡Ah! ¡Issei-san!—apoyada en la pared ella noto la presencia del grupo y entro en pánico luego se acerco a Issei, el joven castaño sintió que su cercanía quizá era demasiado cercana.
Issei—Olivia.
Olivia—Um... No puedo hacer nada pero... ¡Pero te estaré animando! ¡Siempre te apoyare Issei-san!—aunque el sintiera una extraña sensación al ser animado por la protagonista, sintió que no quería decepcionarla.
Issei—Si me dices eso entonces no puedo perder por nada del mundo—el levanto un pulgar arriba estaba listo para irse y por ello Sheba y Fou se pusieron a un lado de Olivia para seguirla a los asientos—Espero que hayas apostado por mi seguro ganaras un buen dinero.
Olivia—¿Eh? No aposte, no me gusta las apuestas—justo entonces ella negó haber apostado, sus ojos brillaban eran increíblemente bonitos y angelicales, haciéndolo avergonzarse de haber apostado tanto.
Era como ver un ángel, quizá este era su poder como la protagonista, si cualquiera la viera sin duda se arrepentiría de sus malas acciones.
Una vez que todo estaba arreglado, el grupo se dirigió de la sala de espera a la arena, los cinco oponentes ya estaban presentes allí, ellos ya llevaban la armadura de la que estaban orgullosos y se la mostraron al publico, en lugar de simplemente llamarlas armaduras era mejor llamarlas robots, y sus tamaños abarcaban casi tres metros, eran objetos similares a un Movil suit, maravillosas armas moldeadas a partir de un humano que incluso podían volar por el cielo.
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