El nacimiento del heredero

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Hola a todos! Capítulo 3 ya de esta historia, y el título indica que vamos como avión jaja

Recuerden que es un drama, así que si la historia los emociona y luego los tumba emocionalmente, es el punto.

No olviden votar y comentar. Besos  y abazos.

Si hay algo que Viserys disfrutaba, era ver a Daemon enseñándole de protocolo a su esposa. 

Era un karma que Daemon se tenía bien merecido, porque como el hermano mayor del príncipe canalla, él siendo el rey había tenido que pasar por lo mismo enseñándole protocolo a Daemon.

Rhaenyra no sabía mucho de protocolo real, y varias veces se había salido de protocolo.

Como cuando un sirviente tropezó derramando el vino, y ella corrió a arrodillarse en el suelo para ayudarlo.

- Mi señora, no debe hacer esto- le recordó el sirviente a Rhaenyra y ella recordó que ya no era una sirvienta.

Aún así lo ayudó y él agradeció, agachando la mirada cuando el príncipe heredero se paró junto a ellos.

Rhaenyra agachó la cabeza por costumbre y el sirviente cerró los ojos. Ella aún no se acostumbraba a ser una princesa.

- Princesa- dijo el sirviente y Rhaenyra reaccionó.

- Lo siento mi señor- dijo Rhaenyra sabiendo que él estaba molesto por su falta de protocolo en una de las celebraciones reales luego del matrimonio- No volverá a suceder.

Daemon solo la tiró del brazo y la llevó de vuelta a la mesa real. Miró el vestido de su esposa, manchado con el vino porque ella se arrodilló en el piso, y la cubrió con su capa para que no se notara tanto.

Rhaenyra se sentía nerviosa, sentía que todos hablaban de ella y su falta de protocolo, la reina la miraba casi con furia y ella no sabía por qué la reina la odiaba tanto.

Agachó la mirada y retorció sus manos. Quería llorar y salir de allí. 

- Cálmate- dijo Daemon poniendo su mano sobre la de su esposa- No es para tanto, solo fue un error, no lo harás de nuevo, no dejaré que nadie te haga sentir mal- dijo él y Rhaenyra levantó la cabeza solo para ver como él miraba directamente hacia la reina que apartaba la mirada. 

Muchas celebraciones similares siguieron a esa. Y poco a poco Rhaenyra fue ganándose el amor del pueblo. 

Tal como el rey lo había previsto, Rhaenyra tenía el porte de una reina. 

En poco tiempo Rhaenyra había aprendido sobre protocolo, caminaba como una princesa, se vestía como una princesa, y aunque ya no cometía faltas de protocolo, era amable con los sirvientes, y querida por el pueblo.

Algo que comenzaba a desesperar a Daemon era que ella lo llamara ''mi señor'' intentaba que ella dejara de decirlo, pero ella no dejaba de repetir que él era el príncipe heredero. 

''Y tú mi esposa'' le recriminaba él, pero ella estaba demasiado asustada de llamarlo esposo o Daemon, y al final él terminaba por rendirse.

Él solía dar algunos viajes a las ciudades libres en que no la llevaba pues él era un alma libre, pero un día en particular, encontró una joya en uno de los mercados. 

Una joya costosa y delicada, e inmediatamente se encontró comprándola para ella.

Era un collar de acero valyrio. Ambos tendrían una parte de su ascendencia pensó, y luego rodó los ojos pensando en qué demonios hacia, pensó tirar la joya, pero ya la había comprado y había ganado una fortuna en ella.

Danza Invernal (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora