Un regalo sin igual

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Hello there! Y acá otro capítulo. Esta vez es un poco más frío y con más drama, pero vamos avanzando en la trama del verdadero origen de Rhaenyra. 

ADVERTENCIA:

- DRAMA (aunque ya saben que la historia es un drama jaja)

No olviden votar y comentar, besos y abrazos.

Rhaenyra se había dado un baño esa mañana en sus aposentos, pues no quería que el olor a dragón quedara impregnado en su cabello, no quería tener que dar tantas explicaciones. 

De pronto las doncellas que estaban cerca dejaron de prestarle atención y ella notó la presencia de su esposo en el lugar.

Inmediatamente rogó que le trajeran una bata para cubrirse, pero el príncipe ordenó a las doncellas que se fueran.

Sin saber que hacía él allí, ella se hundió más en el agua sintiendo un pudor que no debería sentir por él.

- Sal de ahí, no tienes nada que no haya visto antes, así que ve a vestirte- dijo él mirándola fijamente y ella aunque sonrojada, salió de la bañera y buscó sus ropas cerca del cuarto de baño.

Él hizo todo el esfuerzo para no perderse en aquellas curvas que tanto había extrañado. Luego de dos hijos, ella seguía siendo la mujer más hermosa del mundo.

Pero no había venido a eso, sino a exigirle una explicación.

Cuando ella estuvo vestida lo miró confundida y él caminó hacia el cuarto.

- Comienza a explicar qué mierda fue lo de anoche- dijo él y ella lo miró confundida. ¿Qué exactamente de todo?

- Un banquete, para tú amante- respondió Rhaenyra mordazmente y él sonrió. Niña ingenua, no le convenía jugar con él en ese minuto.

- Hablo de ti y Laenor Velaryon- gruñó Daemon y ella lo miró confundida.

- Ser Laenor y yo bailamos y dimos una vuelta en su dragón- comenzó ella y gritó cuando él la tomó de la muñeca con más fuerza de la que debería.

- Lo besaste, te vi besarlo- gruñó él y ella negó rápidamente.

- En la mejilla, en agradecimiento- comenzó ella - Tú estabas con Mysaria, la trajiste al palacio-comenzó ella y él la miró molesto.

- Mysaria ya no es mi amante, la corte juzgó que es útil y para mi desgracia aún está allí, tú te acostaste con Harwin y ahora quieres intentar hacer sentir algo ¿A Laenor? Sabes sus inclinaciones- comenzó Daemon y Rhaenyra lo miró confundida.

- Las conozco, nos hicimos amigos ¿Qué tiene de malo eso?- preguntó ella confundida 

- Eres mi esposa, independiente el error que ambos cometimos, ya basta, no habrá más escándalos, no habrá más rumores, no quiero que me seas infiel- dijo él y ella lo miró confundida y casi con burla.

- ¿Y tú con Mysaria? ¿Bailando con ella?- comenzó Rhaenyra y él la miró de forma fría.

- Por si no te diste cuenta todo ese circo era para ella, y yo la traje a la corte como tú misma dijiste, era mi deber- dijo él y ella se atrevió a burlarse de él, demasiado dolida para pensar con cordura.

- Claro, seguro sufriste mucho teniendo que bailar con aquella hermosa mujer- dijo ella y Daemon comenzó a sentirse molesto por la forma en que ella le hablaba.

- No quiero que vuelvas a dejarme en ridículo- gritó él y ella asintió.

- Bien, pero tampoco me dejes en ridículo a mi- gritó ella- Si insistes en estar con esa mujer, no tengo problema en buscarme un amante también- gritó ella y él la aferró de ambos brazos con fuerza.

Danza Invernal (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora