¡Hola a todos! Acá otro capítulo, esta vez uno con muchas emociones y donde vemos a Rhaenyra ser feliz al final del capítulo. Pero gracias a la persona que menos esperan (como si ya no les hubiera dado el spoiler jaja)
No olviden votar y comentar. Besos y abrazos.
Rhaenyra se sentía cada vez más sola en el palacio. Los meses pasaban, sus hijos crecían y Daemon jamás se había alejado de ellos, pero si de ella.
La reina ya no le hablaba y Rhaenyra no comprendía por qué si incluso se habían acercado en esos años, pero ahora ella le era indiferente de nuevo.
El rey aún se sentía decepcionado de ella, aunque algunas veces su mirada parecía culpable.
Harwin Strong quién se había convertido en un buen amigo hasta el desliz que hubo entre ellos y desde entonces no compartían más que vagas palabras y siempre era algo incómodo.
Ser Erryk Cargyll algunas veces le dedicaba algunas palabras pero nunca hablaban más de media hora pues los rumores podían esparcirse luego del escándalo.
Aunque, a pesar del escándalo inicial, gracias a que Daemon la había ido a rescatar, el rumor había quedado en nada más que habladurías.
Rhaenyra había vuelto a realizar audiencias de mujeres, y el pueblo seguía queriéndola tal como en un principio.
Ella añoraba los días en que podía reunirse con el pueblo, porque eran los únicos días en que no se sentía sola. A pesar de que tenía a sus hijos, se sentía demasiado sola en el palacio.
A veces añoraba volver a ser solo una sirvienta, así podría conversar con otras mujeres, colarse en las cocinas y robar pasteles, o cocinar ensuciando sus manos con la harina, el aceite, cosas tan normales que ahora añoraba.
Pero si volviera a esos días no tendría a sus amados hijos, y ella ya no podía vivir sin sus hijos.
Como Mysaria había sido parte importante en la guerra, se había convertido en parte de la corte leal a Daemon. No porque Daemon lo quisiera realmente, sino porque era útil y porque incluso la serpiente marina y Vaemond Velaryon daban fe de su utilidad.
- Al parecer no es solo una puta- había susurrado la reina un día en la corte y todo había quedado en silencio, pero Mysaria no se había inmutado por el insulto.
Rhaenyra no se sentía cómoda con la presencia de esa mujer allí. Ella era hermosa, y se movía en la corte como si fuera una noble más, todos la escuchaban, incluso esa mujer tenía voz.
Pero Mysaria no dejaría pasar la provocación de la reina, y sirviendo al reino con información importante, se ganó el favor de muchos lores de la corte, y ellos ofrecieron banquetes en sus palacios en honor a la astuta consejera de los susurros.
El rey se vio obligado a ofrecer el banquete en su palacio, pues sería descortés no escuchar las peticiones de su propia corte.
Si Daemon estaba de acuerdo o no, no se dijo absolutamente nada. Otto Hightower por su parte estaba de acuerdo, aunque a juzgar de Daemon, la mano del rey había estado demasiado tranquilo últimamente.
El banquete fue un golpe demasiado duro para Rhaenyra, pero ella intentaría soportarlo. Daemon soportaba la presencia de Harwin en el palacio algunas veces, ella podía soportar a aquella mujer en un banquete.
Intentó excusarse diciendo que se sentía indispuesta y que prefería quedarse junto a sus niños, pero fue su mismo esposo quién se paró en su puerta y con solo su mirada le hizo saber que no soportaría sus excusas.
El banquete fue lujoso, pues era la excusa de la corte para festejar. La comida fue abundante y exquisita, y tanto los vinos como la cerveza de mejor calidad fluyeron haciendo más animados a todos los presentes.
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Danza Invernal (Daemyra)
RomanceDaemon Targaryen, el príncipe heredero, es comprometido con una joven sirvienta de sangre valyria. Su matrimonio estará lleno de intrigas, desengaños, esperanza, pasión y traiciones. ¿Podrá el amor abrirse paso a través de la danza invernal en el co...