El concilio verde y negro

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo de esta historia jeje.

En este capítulo veremos a Daemon y Otto trabajar unidos, si, como lo leen, Daemon y Otto trabajando unidos jaja. Será todo un drama el capítulo así que dejo la advertencia.

No olviden comentar y votar.

Besos y abrazos.

El día que ni ''negros'' ni ''verdes'' quería que llegara, finalmente llegó, y debieron sentarse todos junto al consejo a discutir asuntos de suma urgencia.

Entre ellos, quién sería el heredero ahora que se sabía que el rey tenía una hija de su primer matrimonio, por tanto, con sangre Targaryen como él tanto quería.

Y la razón más escandalosa, era ¿Qué ocurriría con la reina Aemma y la reina Alicent?

El septo jamás permitiría que el rey tuviera dos esposas, era esa la razón por la que Maegor había tenido tantos problemas.

Otto Hightower, tenía la solución a esa problemática, aunque su hija, no iba a estar feliz.

Mientras el consejo hablaba, Otto estaba impasible, observando a Daemon Targaryen calmando a su esposa.

Rhaenyra por su parte temblaba de nervios, Daemon la había detenido tres veces de salir huyendo y el rey Viserys observaba con tristeza la situación. 

- Yo no debería estar acá esposo- dijo Rhaenyra mirando a Daemon- Por más que digan que soy una princesa, este no es mi lugar, no sé de guerra, no sé de gobernar- dijo ella y Daemon cansado de su falta de autoestima la miró seriamente.

- Rhaenyra basta, es tú lugar, y cuando seas la reina tú dirigirás este consejo, ahora deja de intentar escapar- dijo él y Rhaenyra se tensó.

- Pero yo no soy la heredera, por favor esposo, deja esa idea, tú eres el heredero- dijo ella muy bajito y él golpeó la mesa frustrado al verla queriendo esconderse, disculpándose con la mirada con todos los lores por estar allí y dejando que la pasaran a llevar.

- Eres la hija del rey maldita sea Rhaenyra- gruñó Daemon en voz alta- Y todo el imbécil que se atreva a mirar mal a mi esposa por estar en este consejo tendrá que arreglar sus problemas conmigo, espero haya quedado claro- dijo él y Rhaenyra agachó la mirada nerviosa y al borde de las lágrimas.

Ninguno de los lores dijo algo, demasiado intimidados por el príncipe, solo uno de ellos se atrevió a hablar.

- Pero ella no debería estar acá, creció como una sirvienta- dijo él y tanto Daemon como Viserys iban a detener a ese sujeto cuando la mano del rey miró a Criston Cole.

- Ser Criston, encárguese de este traidor al reino- ordenó Otto Hightower y Criston Cole mató al sujeto dejando su cadáver en la mesa del lugar.

Todos miraron a la mano del rey sorprendidos, menos Daemon. 

Daemon sabía bien que Otto planeaba algo, las víboras solían cambiar de piel, pero el veneno siempre estaba en ellas.

Rhaenyra estaba aterrada, las lágrimas se agolparon en sus ojos pero su esposo aguantó los deseos de consolarla.

Ella tenía que conocer su lugar, y si de la buena forma no funcionaba, de la mala forma lo haría.

La escena que Criston Cole y Otto Hightower habían montado era horrible, Daemon sabía que su esposa estaba impresionada, pero ella tomaría parte del consejo, y a pesar de que no vería escenarios así comúnmente, debería saber que hablar de guerra y asesinato eran temas usuales en un consejo del reino.

Alicent Hightower logró reponerse de la sorpresa, aunque no entendía por qué su padre había ordenado eso, y se dio cuenta que su leal protector Criston Cole era leal a su padre también.

Danza Invernal (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora