Pecados de una noche

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Hola a todos! Y acá otro capítulo.  Quinto capítulo por si a alguien no le llegó la noti del cuarto jeje.

Este capítulo no tiene drama. ES EL DRAMA.

Advertencias:

- Contenido sexual

- Infidelidad (ya advertida antes)

- Lenguaje obsceno

- BDSM? 

No olviden votar y comentar jeje y si son muy sensibles, recomiendo saltarse al próximo jeje.


Los meses pasaron rápidamente y la guerra se alargaba más y más.

Siete meses hacía desde que Daemon había partido a los peldaños de piedra, siete meses en que cartas de los Velaryon informaban sobre la situación en la guerra.

Rhaenyra había seguido cumpliendo sus deberes reales, el rey le había sugerido que como una vez lo había hecho la reina Alysanne, ella dictara audiencias de mujeres, y Rhaenyra así lo había hecho.

Rhaenyra seguía preocupada por su esposo, y sus hijos extrañaban demasiado a su padre. 

Aegon tenía una sorpresa para su padre, pues su huevo de dragón había eclosionado, y ahora tenía un dragón de nombre Tyraxes. 

Rhaenyra sabía que su esposo estaría muy feliz por eso. 

Harwin Strong había comenzado a enseñarles a pelear a los hijos del príncipe heredero,  más que nada a Aegon, pues Viserys aún era pequeño para sostener una espada.

Rhaenyra había insistido en que Daemon quería hacer personalmente eso, pero era una orden del rey y no podían negarse a la orden del rey.

Harwin Strong era amable con los niños, y ellos comenzaban a tenerle cariño.

Incluso Rhaenyra admitía que su presencia era agradable. Aunque la forma en que la miraba algunas veces la hacía sentir, extraña. No incómoda, pero extraña.

Daemon por su parte maldecía cada vez que sus ejércitos se reducían y no podían ganar esa maldita guerra.

Las espías lograban traer la suficiente información pero aún así la triarquía tenía buenas estrategias. 

Vaemond Velaryon volvía a sugerir una revuelta, y de no ser porque Corlys lo impedía, ya lo habrían hecho. 

Necesitaba una buena estrategia, una estrategia que le volviera a dar una victoria como la primera vez que ganó esa batalla.

Observaba a Corlys Velaryon junto a Laenor y pensaba en como estarían sus propios hijos. ¿Cómo estaría Rhaenyra? 

¿Habrían crecido Aegon y Viserys?

Miró las cartas que le llegaban desde Desembarco del rey. Cartas escritas para informar sobre sus hijos. 

Las miró con desprecio y las arrojó al fuego.

Ninguna era de ella, y en esas cartas se contaba como sus hijos habían comenzado a aprender a luchar.

Ser Harwin Strong, comandante de la guardia de la ciudad les estaba enseñando, pues él se había convertido en el fiel protector de Rhaenyra. 

Él pensaba con amargura que Harwin había logrado su cometido, acercarse a su esposa. Harwin era su amigo, Daemon sabía como Harwin miraba a su esposa, así que el oportunista había aprovechado la oportunidad para acercarse a ella, y no conforme con ello, ahora enseñaba a sus hijos a pelear.

Danza Invernal (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora