Hello there! Acá otro capítulo de esta historia.
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Besos y abrazos.
Alicent Hightower no se atrevió a visitar los aposentos de su esposo, porque no quería encontrarse con la sorpresa de que él estuviera con su otra esposa, era incómodo para ella solo pensarlo.
No se suponía que la reina Aemma volviera, no se suponía que sucediera eso.
Tuvo esperanzas incluso de que esa mujer estuviera muerta.
Otto Hightower por su parte, sabía que tenía que controlar a su hija.
Todo el sacrificio que había hecho Alicent por convertirse en la esposa del rey, estaban por venirse abajo y Alicent no sabría como reaccionar a eso.
La reina Aemma por su parte había despertado temprano. Era extraño dormir en el palacio nuevamente, y armándose de valor comenzó a recorrer el lugar.
Lo primero que encontró fue a dos niños discutiendo fuertemente, dos niños de cabellos platinados, los hijos de Viserys y Alicent.
Por sus edades, esos debían ser Aegon y Aemond.
- ¿Por qué te esfuerzas en ser el mejor?- preguntó Aegon golpeando a su hermano entrenando- Papá jamás nos mirará.
- Porque si quieres que aún sigamos viviendo en el palacio tenemos que hacer algo para ganarnos el respeto de todos, sino nos enviarán a Antigua como a Daeron- dijo Aemond y la reina Aemma sintió su corazón encogerse.
¿Qué había hecho Viserys con esos niños?
¿Por qué ellos creían que su padre los apartaría?
Sabiendo que lo que hacía era impulsivo, avanzó hacia ellos y los miró ponerse nerviosos cuando ella llegó.
- Majestad- dijo Aemond haciendo una reverencia y Aegon hizo lo mismo aunque no sabían bien que hacer.
Ellos eran los hijos de la segunda esposa del rey, seguro la reina Aemma los quería lejos, seguro venía a informarles que los expulsaría del palacio.
Ella podía hacerlo, le había dado al rey una hija de sangre valyria. Misma hija que su madre había molestado por años humillándola por haber crecido como una sirvienta.
Seguro la reina Aemma ahora quería venganza.
- ¿Están entrenando pequeños príncipes?- preguntó Aemma con una ternura sorprendente.
La calidez de su voz, su sonrisa amable ¿Cómo podía sonreírles si venía a expulsarlos del palacio?
- E-entrenamos para servir al reino algún día- dijo Aegon y Aemma vio que él tenía el brazo lastimado.
- Estás herido Aegon- dijo Aemma que conocía su nombre- Ven acá- dijo ella y Aegon la dejó tomar su mano aunque Aemma odió sentir como el niño temblaba de miedo.
- Lo llevaré al maestre, su majestad- dijo Aemond y la reina sonrió.
- Solo es una herida pequeña- dijo ella revisando la herida y rompió parte de a falda de su propio vestido para vendar la mano del príncipe.
Aegon se sonrojó hasta la raíz del pelo cuando la reina vendó su mano con una suavidad que él no conocía.
- G-gracias su majestad- dijo Aegon tartamudeando y mirando a la reina con ojos sorprendidos.
- Cuéntenme un poco sobre ustedes pequeños príncipes, me gustaría conocerlos- dijo ella y los niños se encontraron sentándose a su lado en una banca del patio de entrenamientos.
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Danza Invernal (Daemyra)
RomanceDaemon Targaryen, el príncipe heredero, es comprometido con una joven sirvienta de sangre valyria. Su matrimonio estará lleno de intrigas, desengaños, esperanza, pasión y traiciones. ¿Podrá el amor abrirse paso a través de la danza invernal en el co...