XVI

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Su respuesta lo dejó pasmado, aturdido y sin comentarios. 

Esperaba un "¿Qué quieres?", conociendo a Ava. Esperaba una respuesta agresiva o simplemente un silencio, no esperaba ser correspondido por ella, siendo más doloroso para él.

— Mis padres salieron — dijo Porco —, tuvieron que irse para arreglar un negocio.

— ¿Y Annie?

— Se fue con Marcel. Dijo que la iba a llevar a su casa — asintió — ¿Quieres que te lleve a tu casa o quieres quedarte un rato más aquí?

— Porco... Tengo... Eh... Tengo que decirte algo — el chico asintió luego de sentarse a su lado —. Eren me llamó...

— ¿Qué te dijo?

— Que quería verme.

— ¿Y fuiste? — negó. Él suspiró profundamente —. Yo tambien tengo que confesarte algo — asintió atenta —. Me llamaron de la oficina... 

— ¿Te tienes que retirar? — preguntó con evidente tristeza. Porco sonrió de manera diminuta mientras negaba.

— Eren... Va a salir en Junio.

Aturdida, parpadeó repetidas veces. No se podía creer dichas palabras, no se podía creer que el tiempo haya pasado tan rápido. No, no fue que el tiempo pasó volando, le disminuyeron la sentencia.

— Pero aún no son los nueve meses...

— Le disminuyeron su sentencia... No nos lo dijeron hasta ahora, de ser nueve meses pasaron a ser cuatro y ya pasaron dos — suspiró con pesadez.

Su peor pesadilla va a salir. Pero... Ya no se sentía como la misma chica que vio él por ultima vez. Se sentía y era más fuerte que antes. Sabía que, si Eren de nuevo quería hacerle daño, ella ya no se lo iba a permitir.

— Lo mejor será que... Terminemos con esto de una vez, Ava...

— ¿Qué? — sintió cómo el alma salía por su boca. Se negaba a creer que había escuchado tales palabras — ¿Qué estás...?

— Perdóname Pero a la fuerza quise que estuvieras conmigo por un deseo egoísta Fui igual que Eren...

— No te compares con él porque no hay punto de comparación ni similitud.

— Lo siento, Ava... Pero... No puedo estar contigo aún sabiendo que a la fuerza te hice quererme... Perdóname — se levantó de aquella banca, dejando a la castaña mirándolo con confusión.

— No, espera, espera... — corrió hasta el chico, esperando no torcerse un pie con esos tacones y el césped. Seguía tan sumido en sus pensamientos que no lograba escuchar a la chica. Al lograr alcanzarlo, lo abrazó por la espalda provocando su alto. Dejó sus manos en el pecho del chico mientras recostaba su cabeza en su hombro. Era alta, sí, a la misma estatura que él. 

— Ava... 

— Siento que si lo veo de nuevo volveré a caer y no quiero estar en ese mundo de tristeza otra vez...

— Yo ya te enseñé a ser feliz por ti misma — dijo, tomando las manos delicadas de la muchacha —. Jamás me necesitaste para ser feliz y superar esa tristeza.

— Pero me enseñaste a vivir la vida de otra manera.

— Ava... — dio media vuelta, tomando las mejillas de la muchacha que lo veía con tristeza —. Me enamoré de ti, es un sentimiento completamente nuevo y... Créeme que me duele alejarme de ti, pero... Eren te espera.

— Yo ya no lo quiero a él...

— Pero él a ti sí... No puedo quitarle la novia a otro chico — besó su frente con suavidad, como si evitara romperla en mil pedazos —. Te quiero, pero no puedo tenerte. 

— Porco... 

Miró sus labios, su labio inferior tiritaba de tristeza y dando señal que en cualquier momento comenzaría a llorar. Ver esas esmeraldas derramando lágrimas era lo que quería evitar desde el primer momento. En dos meses, Galliard hizo lo que Jaeger no pudo en un año; enamorar a Zoe por ser ella misma. Hizo que la chica se enamorara de ella misma, se pusiera como prioridad antes que a otra persona. Lentamente se acercó a sus labios para unirlos con los de él, siendo delicado y atento por si Ava no quería corresponder. Fue correspondido con lentitud, como si, con el beso, pudiera expresar aquellas palabras que quedaron atrapadas en su garganta cuando le hizo tal confesión. 

Sólo se hubiera quedado en un beso de no ser porque Galliard se atrevió a acariciar la cintura de la chica. Zoe dejó que el chico pasara sus manos por su espalda mientras que ella acariciaba su nuca con la yema de sus dedos, sintiendo cómo el castaño se estremecía por su tacto. 

Edge Of Glory; Porco Galliard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora