VII

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Annie y Sasha intercambiaron miradas gracias a su comentario imprevisto pero sorprendente. Sabía que, si confesaba la verdadera razón por la que Porco quería contraer matrimonio con ella, Annie se iba a negar o, ¿Por qué no? Casarse con Marcel lo antes posible.
Aunque lo dudaba. Annie jamás se ha mostrado como una mujer ambiciosa.

Eran las únicas que se encontraban en esa pequeña habitación donde se suele sacar fotocopias. La impresora dio un pequeño clic mientras el ligero desliz de la hoja que comenzaba a salir directo en la bandeja de salida era el único sonido que se encontraba presente en el lugar en medio de las tres.

El corazón de Ava latía a mil por hora, podía sentir sus latidos retumbar hasta en la punta de sus dedos y punzadas en la cabeza. Dicha confesión la puso en una situación terrible; mejillas sonrojadas, ojos cristalizados y mirada inquieta, respiración agitada y el pulso cardíaco alto.

— Respira. Te va a dar algo — comentó Annie al ver que no hacía un movimiento. Ava parpadeó repetidas veces para volver a la realidad, pero sólo provocó que las lágrimas bajaran de sus ojos y se deslizaran por sus mejillas.

— ¿Estás segura de tu decisión? — preguntó Sasha con preocupación.

— Sí — susurró —. Sí — habló con voz audible para las tres —. Sí. Estoy segura.

— Ava, dudo mucho que estés segura — comentó Annie —. Fíjate el estado en el que te encuentras con sólo habernos dicho eso. Analiza bien la situación.

— Tú eres muy analítica, Ava, por favor. Hazlo con detenimiento.

— Toda la noche lo pensé y he llegado a esa conclusión — respondió, tomando las hojas que se encontraban en la bandeja. Levantó la tapa de originales para retirar el documento al que le había sacado copias —. Y cuando tengo algo en mente...

— No hay nada ni nadie que te pueda hacer cambiar de opinión — terminó de decir la rubia y la otra castaña al mismo tiempo. Zoe comenzó a contar las copias.

— Lo hago por él.

— Y... — se detuvo ella misma. No quería que su comentario fuera tomado de mala manera y terminara discutiendo con Ava —. Y... ¿Cuándo le dirás a Porco de tu decisión?

— Hoy en la hora de comida.

— ¿Los vas a invitar a comer? — negó.

— Iré a su lugar de trabajo — respondió, viendo a sus amigas. Sasha suspiró.

— Está bien. Te acompaño — dijo Braus. Zoe asintió.

— Bueno, sirve que veo a Marcel — agregó Annie sonriendo.

Ava se fijó en esa sonrisa. Era sincera y llena de amor y se iluminaba cada vez que mencionaba a Marcel. Si la sonrisa era pura y transmitía tanto amor, ¿Qué sentirá ella cada vez que lo ve? Cada vez que lo tiene cerca.
Eren sólo la llenaba de angustias, estrés y ansiedad; de igual forma que la ha hecho llorar muchas veces. Pero, aún así, lo quería y más cuando era cariñoso, atento y amoroso. Esperaba que con esto, su relación mejorara.

Se dieron las 3:00 p.m.
Veía el documento por segunda vez para asegurarse de que nada le haga falta o que algún dato esté incorrecto para, al regresar de comer, lo corrigiera con más paciencia. Dieron ligeros toques, ese no era su hermano, normalmente él tenía esa costumbre de abrir la puerta de golpe para asustarlo.

— Adelante — dijo en voz alta. La persona del otro lado de la puerta ocasionó que despegara la vista del monitor de la computadora para verla con asombro —. Eh... Vaya... Eh... Qué gusto tenerte aquí. ¿Ese uniforme es nuevo en tu empresa? ¿Te puedo hacer un comentario? — dudosa, asintió —. Te ves bellísima con él. Lo haces lucir de una manera preciosa.

Edge Of Glory; Porco Galliard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora