¿Cómo puedes diferenciar la realidad de una simple ilusión?
Tratar de sobrevivir a la escuela es tarea fácil, pasar desapercibido es una tarea más difícil para Bulma. Seguir con su vida rodeada por la soledad ha sido el trabajo que se ha propuesto.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se me escapo una sonrisa nerviosa, — creo que esa no seria la mejor pregunta, pasemos a una más interesante, por ejemplo, ¿como demonios llegaste aquí, a mi casa? Pero sobretodo, ¿¡POR QUÉ DEMONIOS TRATAS DE MATARME!? — grité con toda mi fuerza, logrando aturdirlo y por ende liberarme cuando retrocedió.
Gruño molesto, cubriendo sus oídos. — ¡estas loca, mujer!
Me sentí ofendida, — pues mira quien lo dice, — acaricie mis muñecas que ardían por su agarre, — ¡yo no maté a mi padre cuando dormía! — bufe, estaba perdiendo todo su encanto.
Lo veo enderezarse, viéndome directamente, — tienes treinta segundos para explicarme como sabes eso o, voy a drenar toda tu sangre tan lentamente que...
Lo interrumpí nuevamente, — desearas que te maté para no sufrir más, si, si, — le reste importancia, en parte sus amenazas simplemente son amenazas. — ya lo sé, Vegeta.
— Colmas mi paciencia, niña.
— ¡Tú trates de matarme!
— ¡No iba a matarte, estabas tirada en esa escalera cuando llegué!
— ¿¡y por qué demonios me atacaste!?
— ¡Te detuve, tú me pateaste las pelotas!
Ouh, eso tiene lógica, pero no lo voy admitir. Me cruce de brazos. — ¿qué querias qué hiciera? Te apareciste en mi casa de repente.
Chasqueo su lengua con fastidio, — ni siquiera sé como llegué, solo trataba de ser caritativo y mira como termino. — comento ofendido, guardando sus manos en sus bolsillos.
— La ultima vez que fuiste caritativo mataste al perro de tu mejor amigo.
— ¡Lo habían atropellado! ¡le hice un favor!
— ¡No! ¡fue un capitulo doloroso, Chispita merecia vivir! — mi reclamo se salio de control y apenas fui consciente tapé mi boca, cometí un error.
Pude ver como la tensión apareció en su cuerpo, sus ojos se oscurecieron y se acerco nuevamente a mi, — ¿de qué demonios hablas? ¿como qué un jodido capitulo? — nuevamente quedo tan cerca de mi, que pude sentir su olor...
Los nervios me recorrieron, — no me creerías si te lo digo. — advertí.
— Pruebame.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.