¿Cómo puedes diferenciar la realidad de una simple ilusión?
Tratar de sobrevivir a la escuela es tarea fácil, pasar desapercibido es una tarea más difícil para Bulma. Seguir con su vida rodeada por la soledad ha sido el trabajo que se ha propuesto.
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Sus ojos se contrajeron ante el llanto, la realidad la había golpeado, pero solo él podía sujetarla. Se aferro a ella con fuerza, Vegeta quiso pedirle perdón sin saber el porque, solo el hecho de verla correr con fuerza hacia él lo hizo querer cambiar el universo si fuera necesario.
Sollozo, pegando su rostro a su cuello, ahogo un quejido cuando sus manos se enterraron en su camisa, — lo sé todo... Lo que hiciste, — murmuro, haciendo que él contrario se estremeciera, tuvo miedo de que lo rechazara... Solo pudo esperar en ese momento, su reacción, fue una eternidad donde aguanto la respiración, — lo que hiciste por mi... — agregó la joven, quitándole un peso de encima al hombre.
No dudo en agarrar sus mejillas, notando los golpes que se marcaron en su rostro, pero sobretodo, esos ojos agonizantes que recordaba, marcados de dolor, quiso que todo ese fuego que la heria lo quemara a él, solo a él y que ella brillara como antes. Iba hablar, pero la joven se adelanto; — sé lo que hice, lo que he hecho y lo que acabo de hacer... Yo... Creo que lo mate, lo sé... Yo... Quise defenderme, él... — se detuvo por un segundo, bajando su mirada.
Fue en ese momento donde no espero más, — te conozco desde que eras una niña, no eres mala, si lo hiciste fue en defensa propia, todo de ti me lo grita, Bulma, vas a estar bien, vamos a estar bien, sé que tal vez no soy el protagonista que soñabas, pero creeme, no hay cosa en el mundo que yo no haría por ti, si me pides que salte al infierno por ti, lo haría, no sé si esta mierda sea amor, pero es lo que tengo para ti, todo de mi, soy capaz de todo si lo aceptas, hasta de cambiar el jodido mundo acambio de una sonrisa tuya, — aparto un mechón de su cabello y con cuidado besó su frente, — solo dímelo y me quedaré contigo siempre, perdóname por mentirte. — la escucho dar un pequeño suspiro de rendición.
— Yo te quiero en mi vida, Vegeta... Seas real o no, solo quédate, por favor...
Y por un pequeño instante todo fue perfecto, no importaba el fuego o el humo que desprendía el incendio, tampoco las sirenas que se acercaban, solo ellos dos... Hasta que de pronto, sintió como la peliazul perdió el equilibrio, ya no era capaz de sostenerse. Sus piernas fallaron y Vegeta no dudo en sujetarla, ambos cayeron al suelo, él pelinegro sujeto su cuerpo, — ¡carajo! ¿qué tienes? ¡Bulma! — su rostro se estaba tornando pálido.
Bulma solto un gemido doloroso y su mano rápidamente agarro su costado, — Creo que... Lo olvide por un momento... — murmuro, soportando el fuerte dolor.
Sintió como todo a su alrededor se detenía, no dudo en retirar su mano para mover un poco su blusa y divisar lo peor, una herida de cuchillo profunda junto a mucha sangre, ella estaba herida. Estaba muriendo. Su desesperación lo llevo a gritar, pidio ayuda a quien fuera, pero fue incapaz de soltarla. — ¡necesito atención medica, carajo!
Y aunque sintiera el dulce aliento de la muerte, no tuvo miedo, solo muchísimo sueño. Su mano llena de sangre toco el rostro del hombre, deteniendo su agonía, — Detente... Voy a estar bien, te lo prometo, este fue mi final... El que yo misma escribí. No puedo creer que divise mi futuro... — una risa sarcástica se marco, junto a una sonrisa triste.
