¿Cómo puedes diferenciar la realidad de una simple ilusión?
Tratar de sobrevivir a la escuela es tarea fácil, pasar desapercibido es una tarea más difícil para Bulma. Seguir con su vida rodeada por la soledad ha sido el trabajo que se ha propuesto.
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15 de septiembre.
Esos días son diferentes siempre, esta vez llovía con suavidad mientras yo observaba a las personas pasar frente a mi.
No estaba sola, obviamente, él me dio privacidad en parte, a unos metros de mi.
Es increíble como un día que se supone es especial puede ser tan común para todo el mundo.
Es mi cumpleaños y estoy sola.
Mis padres lo olvidaron, estan lejos, mi hermana finge que yo no existo y aquellos amigos que siempre te felicitan, yo no los tengo.
¿Por qué sigo celebrándolo? Debería ser un día normal.
— Oye, Bulma. — su voz ronca resonó tras de mi.
Se sienta a mi costado, cuando de pronto veo que con su mano derecha acerca un pequeño cupcake rosa con una vela de un tono azul. Mis ojos se llenan de lágrimas en menos de un segundo, — ¿es para mi? — solo atino a preguntar.
Con su otra mano toma la mía, colocando en ambas el pequeño cupcake, — Feliz cumpleaños, mujer. — era el primero, él único que lo había dicho.
Y en la soledad de este día, Vegeta había sido mi salvación, a pesar de todo, era él. De tantos sueños que tuve, momentos en donde leí su vida y sabia en el fondo que solo estaba herido.
Y ahora, que es tan jodidamente real, hace este acto.
Las lágrimas cayeron por mis mejillas. — ¿cómo lo conseguiste?
Se inclina un poco a mi costado, sus labios quedan en mi oído, dejando que su aliento me toque, cerre mis ojos ante esa sensación; — descubrí algo para que anotes en tu investigación, puedo alejarme de ti si mi deseo es volver. — Y mi corazón en ese momento latió tan fuerte que no pude evitar sentirme feliz.
Eso significaba mucho, su detalle, todo. No entiendo como es posible, pero en este momento no me importa.
Ladeó mi rostro, encontrándome frente a frente con el suyo, a centímetros de distancia.
Sentí su aliento, su mirada oscura sobre mi.
Sonreí y en ese instante no me intereso nada.
Lo besé.
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