esencia de flores

capítulo 12

     —Bueno pues ya esta hecha la tarta, solo queda que la pruebes.
    —Lo estoy deseando, me ha parecido una buenísima elaboración, sobre todo la parte en la de la flor el como has sacado su aroma.
     —Gracias. —Cora le sirvió una buena porción.
     —Mm…. Wow está buenísima, en serio increíble y no has pensado en dedicarte solo a esto, creo recordar que dejaste tu trabajo de pastelera.
     —Mm… si lo deje pero no hacia cosas de este tipo, solo pastelería típica yo este tipo de tartas y postres lo hago por encargo, pero no hay mucha demanda.
     —Bueno pero lo de la demanda es porque necesita publicidad, una buena publicidad, eso ayuda mucho te lo puedo asegurar.
     —No te digo que no, pero no sé, necesito descansar unos días luego ya me decidiré, tampoco se si me quedaré aquí o me iré.
     —¿Te irás para siempre?
     —Noo, bueno si, me gustaría irme por un tiempo fuera de la ciudad, vamos quisiera cambiar de ambiente.
     —Y es posible saber si a corto o largo plazo, también me comentaste que te ibas la semana que viene de viaje.
     —Es verdad, si, me voy una semana y allí decidiré lo que hacer ya que últimamente en mi vida han pasado muchas cosas y creo que ha llegado el momento que necesito desconectar veo que pasan los días, los meses y es como si estuvieran estancada
     —¿Y nada te haría cambiar de opinión?
     —Pues nunca se sabe, pero de momento no.
     —¿Te han hecho sufrir mucho?
     —Si y no, digamos que el principio fue muy bonito y luego cambiaron las cosas, siento que he perdido mucho tiempo, luego en el trabajo no he avanzado y el único sitio donde me encontraba bien era en casa y con mi hermano Eros… ¿Porque me miras así?

     Dylan la miraba al milímetro tanto que la ponía nerviosa, la observaba hablar y como movía sus labios.

     —¿Cómo?, siento incomodarte, es que estoy muy atento a ti.
     —Bueno pues cambiando de tema ¿tú tiene pareja? —después pensó el porqué había preguntado eso—. ¿Por qué has decidido venir? Que preguntas más tontas, supongo que has venido a ver a tu familia.
     —A la primera, no, no tengo ni pareja ni hijos ni nada y decidí venir porque echaba de menos esto, la familia los amigos por eso piénsate bien lo de vivir fuera, el principio es muy duro luego se lleva mejor pero con los años se hecha de menos el sitio donde te has criado.
     —Tampoco hablo de irme toda la vida pero si un tiempo, es necesidad lo que tengo por cambiar de aire, no te ha pasado nunca que es como si ya te molestara todo o casi todo del sitio donde vives y que lo único que te  puede retener es tu familia, porque así es como se siento yo, y se que si no hago un cambio en mi vida me arrepentiré con el tiempo.

     El teléfono de Cora sonó.

     —¿Dime Eros?
     —¿Hermanita que hace?
     —En casa ¿Por qué?
     —Pasaba de camino, que estoy en la calle, ¿me abres?
     —Voy —colgó—. Es mi hermano, esta fuera.
     —Te encuentras bien, te has puesto nerviosa.
     —¿Yo? Que va.
     —Si es por mi me voy.
     —No, claro que no, si sabía que venias será por eso querrá ver como nos va, digo yo no se —la puerta sonó.
     —Hermanita —la abrazo y abrazo a Dylan también—. ¿Cómo vamos por aquí? No quería molestar pero llamé a Dylan unas cuantas veces y no lo cogía y me acordé que quedasteis, solo quería ver que la cosa iba bien.
     —Pues aquí estamos, fíjate la hora que es, se nos ha pasado la tarde volando —soltó Dylan.
     —La verdad que cuando se está a gusto las horas del reloj pasan y pasan.
     —Buenos pues os dejo.
     —No te vayas hermano.
     —Es que no quiero molestar.
     —Tu no eres ninguna molestia —le dijo Dylan.
     —Pasa te preparo un café por lo menos.
     —Mejor un refresco.

     Pasaron los tres a la cocina ellos se sentaron mientras ella sacaba los refrescos se tomaron  uno cada uno y charlaron un rato.

     —Bueno ya si que os dejo.
     —Espera me voy contigo, no quiero molestar más a tu hermana.
     —Dylan no eres ninguna molestia, quiero decir que eres bienvenido cada vez que quieras venir, bueno eso que no quiero que me malinterpretes.
     —Me halaga que me digas eso, pero ya te dejo descansar, a sido una tarde muy amena y agradable para mi, la volvería a repetir sin duda y respecto a la tarta ten en cuenta que te haré publicidad.
     —En serio muchas gracias, también he estado muy a gusto me alegro que hayas estado bien, ya nos veremos.
     —Eso seguro.

     Eros le dio un beso de despedida a su hermana y Dylan también, cuando Cora cerro la puerta se quedó un rato pegada a ella de espaldas pensando en la cara y las manos de Dylan una debilidad de Cora las manos sensuales de los hombres en especial las de él, se quedo tan pensativa que tuvo que agitar la cabeza para venir en si.

     Pasó a la cocina y recogió lo poco que había en medio ya que Dylan la había ayudado cuando terminaron de probar la tarta, subió arriba y se dio una ducha rápida para irse a dormir estaba cansada y tenía ganas de acostarse temprano.

***
    —Entonces ¿lo habéis pasado bien? —le pregunto Eros a Dylan.
    —Hemos estado muy a gusto, tu hermana me transmite tranquilidad, pero no te preocupes no ha pasado nada más solo hemos hablado.
     —Solo me preocupo como hermano.
     —Lo se, pero conmigo puedes estar tranquilo, no haría nada malo.
     —Me alegra escuchar eso.

     A la mañana siguiente Dylan quedo con una persona para ir a ver unos edificios que habían construido como hoteles y que el dueño había puesto a la venta por falta de ingresos, tendría que ver la zona y hacer unas estadísticas el hotel de Londres iba súper bien pero en Almería no sabía con exactitud el tema de turismo que podía ir en este tiempo ya que por lo que había leído cerraron varios hoteles y alguno se volvió abrir con nuevo director.

     La zona le gustó mucho no era lo que recordaba esos años atrás aquí, la arquitectura del hotel le pareció muy buena, solo necesitaba unas mejoras por dentro pero se pensaría la oferta un par de días, llamó por teléfono a su administrador para comunicarle la oferta y le pasará los número al email, no era una cantidad muy elevada ya que con lo que le pidió podía pagar dos veces más.

     A las ocho de la tarde Dylan recibió los documentos por correo, estaba en casa se sentó abrió el ordenador y hecho un vistazo a lo que le habían mandado, su cara decía mucho ya que sonreía, por lo que podía ver puede que le saliera bien entre el hotel y los puestos de trabajo la cosa no podía salir mal, en un año habría recuperado todo lo que se había gastado, cerro el ordenador y se tumbo a pensar. 

     Pero de que valía abrir un hotel en Almería si la persona que estaba conociendo se quería ir de la ciudad a corto plazo y el con ese proyecto no podía largarse tan pronto, pensó Dylan, entonces él también tenía que aclarar sus sentimientos, porque al parecer estaba sintiendo por Cora. A la mañana siguiente fue a visitar a sus padres y desayunar con ellos.