Dylan quedó con Eros, quería hablar con él sin que su hermana se enterara, así que quedaron después de comer en una cafetería retirada de su zona de paso.
Sonó el teléfono :
—¿Dime Dylan?
—Buenos días, ¿Puedes hablar? ¿Estas solo?
—Si dime.
—¿Podemos quedar después de comer para tomarnos un café?
—Vale ¿Dónde nos vemos?
—¿Qué te parece un sitio tranquilo, donde siempre?
—Vale de acuerdo, hasta luego.El teléfono de Dylan sonó después de que hubiera hablado con Eros.
—¿Dime cariño?
—Hola, todavía me suena raro escucharte hablarme así.
—¿Por qué?
—Nada cosas mías, ¿Qué haces esta tarde?
—Pues la tengo un poco complicada voy ayudar a mi madre con unas cosas y luego ya libre.
—Bueno entonces hablamos después mejor ¿Vale?
—¿Si quieres te llamo yo?
—Vale, hasta luego.***
—Bueno Dylan, aquí estamos ¿Qué querías comentarme?
—Quería prepararle una sorpresa a tu hermana, quiero llevarla a Estocolmo, espera no digas nada y menos pongas esa cara, es uno de los mejores sitios donde hacen tartas de boda decoradas y creo que puede gustarle, la veo la ciudad más preparada, el esmero con que las hace y esa pasión, luego también veo en su cara que cuando las termina es como si se apagará esa ilusión hasta que no le vuelven a pedir otra ¿no se? ¿Qué opinas?
—Conociéndola, las sorpresas le hecha para atrás un poco y más cuando no sabe lo que es, pero te aseguro que una vez lo sepa le va a encantar, lo único que tendrás que aguantar sus nervios mientras no lo sepa.
—Bueno ese riesgo lo puedo pasar, sabiendo que no saldrá corriendo cuando vea el avión.
—¿Cómo piensas llevártela al aeropuerto?
—He localizado un avión privado, es pequeño pero como me debían un par de favores, lo tengo todo solucionado.
—¿Cuándo os iríais?
—Es el fin de semana que viene, solo te pido que sea mi cómplice para que tu hermana no haga planes con nadie y seas tu quien la lleve hasta el aeropuerto entrarías por la zona privada.
—¿¡Yo!? —exclamó
—Si, quiero que sea una sorpresa.
—Bueno yo lo intentaré.
—Solo es una semana, con que le digas que quedamos los cuatro el fin de semana próximo y pones cualquier excusa, con eso me vale, simplemente es para que no sospeche de nada.Se terminaron el café, conversaron un poco y se marcharon, Dylan miró el reloj y llamó a Cora pero no lo cogió.
Cora llegó a casa de Dylan, tocó a la puerta.
—Buenas tardes Cora, pasa, Dylan no está pero si quieres puedes esperarlo aquí.
—¿No está? Que raro. Bueno pues me voy.
—No mujer, espera te prepararé un café si te apetece, no creo que tarde mucho.
—Bueno, no rechazare ese café.Estuvieron como media hora hablando y riendo, se sentaron en el comedor sacó fotos de la infancia donde aunque pareciera mentira ella estaba en algunas, no pudo evitar ponerse roja de nuevo al ver aquellas imágenes de hacia más de trece años. La puerta se abrió.
—Siempre me has resultado una niña muy buena y a la vista está, mi hijo solo habla de ti, te debe de querer mucho, si te soy sincera nunca lo vi así mientras vivía en casa.
—Me alegra saber eso, pero tengo que decir que ahora nos estamos conociendo más, la adolescencia es muy distinto ahora.
—Tienes razón, pero yo como madre digo lo que veo y también te brillan los ojos cuando hablas de él.
—Por supuesto, yo también siento cosas por su hijo, es muy bueno conmigo y me gusta claro esta —en ese momento se escuchó la puerta y ambas se quedaron calladas.
—Hola Dylan, pasa estamos en el salón.
—¿Estáis? ¿Cariño que haces aquí? Te he llamado pero no me lo cogías.
—Pues como me dijiste que estarías en casa ayudando a tu madre, me preguntaba si habías terminado ya y por eso vine.
—¿Ayudándome a mi, a qué?
—Si mamá ayudarte a sacar las cajas de altillo, me lo recordaste la semana pasada, pero salí un momento y te llamé. ¿Te apetece si nos vamos? —Y le dio un beso en la comisura de los labios.
—Si me parece bien salir a dar un paseo.El paseo no les duro mucho, la llevo a la playa a pasear por la orilla, a ella le encantaba y si era con el más, pero le resultó raro que no estuviera en casa y más con esa excusa tan tonta.
Una vez allí el la abrazo por la cintura y la beso muy suavemente, ella lo agarró por los brazos, él la ponía muy nerviosa, no era una sensación mala pero no quería estar así, todavía no sabía el porqué después de varias semanas seguía sintiéndose extraña, quizás fuera que todavía no se había hecho a la idea que de quién fue su amor platónico la estuviera abrazando y besando.—Te noto rara ¿He dicho o hecho algo que te haya sentado mal?
—Solo un detalle, por favor no me llames más cariño —Se lo dijo agachando la cabeza.
—Siento si te ha sentado mal.
—No es por ti, es que eso me pone nerviosa, me recuerda a alguien… y no quiero, quiero que esto sea distinto a parte de que quiero que esta relación se base en la confianza, para mi eso es lo más importante.
—Por lo primero eso está hecho, por lo de la confianza no tengas problemas, en ningún momento te voy a mentir y no quiero hacerte daño. Siento algo muy intenso por ti, es como si se parará el tiempo, como si flotara en una nube y tu me sujetaras, pero si tu no sientes lo mismo…
—No es eso —lo agarró por sus brazos y lo atrajo hacia ella—. Lo que siento por ti no lo había sentido por nadie, es distinto a lo que había sentido antes, te veo y me suben mariposas por el estómago, me da un cosquilleo por mis piernas y me sonrojo cuando me miras. Pero no quiero… No se como explicártelo, son tantas cosas, se supone que me iba de viaje a desconectar pero no quiero irme, quiero abrir mi propio negocio de tartas y no veo el momento ni el lugar.
—Yo te puedo ayudar.
—No se, creo que será todo muy complicado, tu tienes negocios fuera y me mata la curiosidad de cuanto tiempo estarás aquí, luego yo, mi negocio no lo veo aquí, son incertidumbre, no lo puedo evitar.
—Pero yo no soy capaz de pensar en eso ahora, yo solo pienso en nosotros, si tuviera que irme por negocios serían días, teniéndote a ti jamás sería capaz de irme a largo tiempo y siempre podrás venir conmigo donde yo vaya siempre y cuando quieras, eso quiero que lo sepas, a mi me gustaría saber si tu me quieres contigo donde tu vayas.
—Por supuesto, que no te quede la menor duda.
—Entonces no hay de que preocuparse.Se acercaron lentamente, la cogió de la cara, noto el tacto de sus manos suaves acariciándole, la acerco hacia él y la beso suavemente.
ESTÁS LEYENDO
esencia de flores
Romance¿Qué sucede cuando hervimos una flor?...¿Y si esa esencia la usáramos para algo más que para infusiones?...Bella con tan solo 11 años se dio cuenta de que las flores sirven mucho más que para decorar... En el transcurso de su vida, y después de supe...