capítulo 27

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     —¡Cora! —Exclamó gritando la novia—. No te escondas, sal aquí, la gente debe de saber que está increíble tarta la has hecho tú —ella salió con la cara sonrojada.
     —No hacía falta que lo hicieras —le susurro al oído mientras la abrazaba.
     —Claro que si, la gente debe conocer lo que haces. —Y todo el mundo la aplaudió.
     —Dylan, ya me acuerdo de todo —le dijo sentándose a su lado y tocándole la mano.
    —¿En serio?
     —Si, a sido durante todo el día, mientras hacía la tarta, mientras me vestía y ahora, no se quizás a sido porque mi mente estaba ocupada con cosas y me venían imágenes.
     —Me alegra escuchar eso.
     —Lo único que no recuerdo es como acabe en el hospital, ósea quiero decir el accidente, pero bueno eso tampoco me preocupa, realmente lo que quería recordar o más bien a quien quería recordar era a ti —le dijo mientras acariciaba la mano de Dylan.

     Por un momento se miraron y él se dio cuenta de que los ojos de ella brillaban como al principio.

     Después de que terminarán la boda, ellos se fueron de camino a la habitación ya eran la cinco de la madrugada a Cora le dolía los pies como para que se los cortarán, Dylan ya llevaba la corbata desanudada, no habían llegado todavía cuando Cora se quito los zapatos y casi se cae pero los reflejos de Dylan fueron más rápido y la cogió por la cintura, cuando se dio cuenta ella no pudo evitar besarlo, él la pego contra la pared y acarició suavemente su cara, apartando el mecho de pelo que le caiga tapándole el ojo, pensó que estaba tan sexi, así que la presionó más fuerte y con un ansia le mordió el labio y suspiró, estaba tan cerca de su pecho que él podía escuchar los latidos de su corazón.

     Intentaron abrir la puerta a la primera pero ninguno de los dos pudo, se les cayó la tarjeta al suelo, sus manos chocaron torpemente, así que a la tercera iba la vencida, mientras Dylan cerraba la puerta con la pierna, iba besando a Cora por ...

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     Intentaron abrir la puerta a la primera pero ninguno de los dos pudo, se les cayó la tarjeta al suelo, sus manos chocaron torpemente, así que a la tercera iba la vencida, mientras Dylan cerraba la puerta con la pierna, iba besando a Cora por la espalda y desabrochándole el vestido, el cual dejó caer al suelo, la cogió a horcajadas ella cruzó las piernas por si cintura, tropezaron y cayeron al suelo, no pudieron parar de reír, ella lo fue desanudando a la vez que se besaban, él acariciaba su cuerpo con la yema de sus dedos, una vez desnudos él empezó a besarla desde sus suaves muslos, subiendo por sus perfectas caderas hasta su precioso canalillo, la cogió y se tumbaron en la cama él se hizo paso entre sus piernas y ella una vez que la hizo suya no podía de dejar de tocar su culo, pensó que era perfecto y suave, entre besos caricias y juegos se hicieron uno.

     —Me encanta tenerte así.
     —A, mi también me gusta, es agradable y satisfactorio.
     —Me halaga saber que te satisfago. —Ambos se echaron a reír y Cora se puso un pelín colorada—. Tu piel es tan suave, que estaría toda la vida acariciándola, y a todas horas te haría el amor.
     —Me encanta que me susurres así. —Y ambos hicieron uno.

     Pasaron la noche durmiendo, después de tanta actividad, ella se despertó de golpe Dylan la tenía cogida de la mano y se despertó del  movimiento brusco.

     —Cora ¿Qué te pasa?, estad sudando.
     —No lo sé creo que he tenido un mal sueño —Dylan la acarició—. Me voy a levantar, necesito bañarme.
     —¿Quieres que te acompañe?
     —No hace falta voy yo sola. —Pero el se levantó y la acompaño, ella que vio como entraba por la puerta se desnudo y él se mordió el labio—. ¿Has entrado al baño para verme o para entrar  conmigo?
     —Quería comentarte algo.
     —¿Y ese algo puede esperar un rato? —le pregunto mientras él se acercaba y le acariciaba la cintura.
     —Si, creo que puede esperar un poco más.

     Cora tuvo una visión pero de lo mal que se despertó pensó que era un mal sueño, se dieron un baño movidito, permanecieron más de media hora allí y cuando salió no podía dormir, cogió su móvil para ver la hora, las siete de la mañana apenas ha...

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     Cora tuvo una visión pero de lo mal que se despertó pensó que era un mal sueño, se dieron un baño movidito, permanecieron más de media hora allí y cuando salió no podía dormir, cogió su móvil para ver la hora, las siete de la mañana apenas había dormido nada, le mando un mensaje a su amiga Bianca para desconectar un poco.

     —Buenos días Bianca, ¿Qué te parece si quedamos el martes para desayunar?, no se si estarás despierta pero necesitaba desconectar, mejor dicho necesito hablar y desahogarme un poco.

     Espero un rato pero el sueño la venció, él se acerco a ella, la vio tan dulce en esa postura, se acerco le beso la mejilla y le puso el móvil en la mesa.

***
     Un día antes en casa de los padres de Dylan. La puerta de Cris no paraba de sonar insistentemente.

     —Ya va, ya va!!!!! —Exclamó Cris.
     —Ya era hora señora Cris. —La puerta se abrió y vio a Dakota.
     —¿Se puede saber qué pasa con tanta urgencia? —le pregunto con los ojos de par en par a ver quién era.
     —Vengo en busca de Dylan —le dijo mientras entraba en la casa sin ser invitada.
     —No quiero ser antipática Dakota ¿Pero quien te ha mandado entrar?
     —De verdad después de tantos años.
     —No te tengo ningún aprecio y menos después de que mi hijo se marchara por tu culpa.
     —¿Por mi culpa?, creo que estas mal informada, fue su hijo quien me dejó hecha una mierda al marcharse.
     —Tu le destrozaste la vida, así que con todos mis respetos sal de mi casa.

     Dakota disimuladamente se acerco a la mesa donde tenía Cris varias cartas y varias notas, ella llevaba el móvil en la mano y hecho varias fotos a unos números móviles que había apuntados en un papel con el nombre de “hijo “.

      —¿Se puede saber qué es lo que haces?, ¡Que te vayas de aquí ya! —Exclamó.
     —Señora a ver si le va a dar algo, ya me voy.
     —No vuelvas a aparecer aquí en tu vida. — Cris la hecho casi de un empujón, Dakota era mala por naturaleza.

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