EL PROBLEMA FINAL

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El amor no se extingue por más que pauses

☯︎

Sus ojos escarlata abrieron, contemplando un techo impecable, se sentó despacio, otra cosa que contempló fue a sus dos hermanos dialogando entre ellos de espaldas a él.

- ¿Dónde.. - Sus hermanos giraron sus rostros con apidez, sorprendidos por la repentina voz de William. - ..Estoy?

Louis se acercó con desesperación hacia su hermano mayor abrazandolo con fuerza entre lágrimas incontrolables que salían en silencio. Desvaneciendose en la bata de hospital de su hermano.

- ¿Qué.. Me pasó? - Preguntó William a Albert mientras correspondía el abrazo de Louis sabiendo que este no respondería.

- Caíste del balcón y te golpeaste fuerte en la cabeza ¿cómo te sientes? - Sonrió ligeramente Albert.

- Bien, - Acarició la cabeza del rubio menor. - un poco mareado pero bien. - Miró el cabello de su hermanito. - Albert.. Tengo la sensación de.. No sé, buscar. Buscar a alguien.

- ¡No te vayas! - Gritó Louis con la voz rota trayendo la atención de los dos pares de ojos.

- Tranquilo. - Albert se acercó a Louis y apoyó la mano sobre su espalda. - Lo buscaré yo ¿quién es?

- Lo siento. - Dijo Louis apenado agachando su cabeza huyendo de las miradas.

- No te preocupes Lou, es entendible. - Miró a Albert. - No me sé su nombre, solo sé que... - Desvió la mirada hacia la puerta de su habitación. - "Ya no tienes que seguir sufriendo por ese Holmes" . - Recordó william con dificultad. - Holmes.

- Conozco a un Holmes. - Comentó Albert.

- ¿No es el que trabaja en el gobierno británico? Trabajas para él ¿no? - Preguntó Louis limpiandose las lágrimas.

- Sí, aunque es muy raro eso, a lo mejor su hermano... Me contó una vez que tenía un hermano pequeño, y no es de extrañar conocerlo, es famoso.

- El "amigo" - Murmuró William inconscientemente.

- ¿Eh? - Miraron los otros dos confundidos.

- Nada. - Respondió casi de inmediato.

- Hablaré con ellos.

- Creo que no es necesario.

Albert y William miraron confundidos a Louis quien rápidamente señaló a la puerta, los otros, giraron sus cabezas y se sorprendieron, encontrandose con el Holmes mayor apoyado en el marco de la puerta.

- Mycroft. - Saludó Albert acercándose a este rápidamente.

- Albert James Moriarty. - Saludó el Holmes con voz grave.

Ninguno de los dos hermanos rubios pudo notar como Albert se estremecía.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó el castaño con una sonrisa picarona, los otros dos rubios no podían escuchar de lo que hablaban pero si que notaron el rostro del peliazul ruborizarse.

- Mi hermano... - Miró de reojo a los hermanos de Albert y le pidió a este hablar fuera, viendo que no fue rechazado, lo sacó de la habitación y cerró la puerta.

GUIADOS POR EL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora