GUIADOS POR EL CORAZÓN

VESTUARIO

ーEl amor dueleー

𓆙

- ¡Agh!

Mycroft giró la cabeza hasta William y preocupado se acercó a él de inmediato para socorrerle.

- William ¿qué sucede? - Interrogó Mycroft.

No recibió respuesta por parte de William pero eso no hizo falta para saber que algo le habia pasado en el brazo, se lo agarraba con tal fuerza que parecía que estuviera a punto de separarsele del cuerpo. Con cuidado, apartó la mano de William y levantó la manga para ver si tenía alguna herida.

- William... Tu brazo.. No tiene ni un arañazo. - Anunció vacilón.

- P-pues duele.. Como el i-infierno. - Miró su brazo, Mycroft tenía razón, no había herida con la que se pudiera quejar.

- Esto significa.. Que la herida la tiene tu persona, mi "amigo". - Concluyó Mycroft temeroso. - Mi he... - Suspiró frustrado.

- ¿Te refieres al que estoy buscando? ¿en serio? ¿qué e-está haciendo? - Preguntó William casi desesperado.

- No lo sé, hay que encontrar ya a La Puerta y averguarlo.

Corrieron esta vez, entre los maniquíes.
William se le pasó una idea por la cabeza que necesitaba confirmar.

- ¡Mycroft! - Llamó su atención sin detener el paso. - ¡¿Tus maniquíes no pueden ayudar?! - Miró a los lados con apidez.

- ¡Solo tengo un rango de 20 metros! - Respondió el mayor con la mirada también inquieta. - ¡Las paredes del vestuario aún estan lejos! - Añadió.