「 12 」

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De regreso a casa, Yirina no dijo ninguna palabra lo cual le preocupó un poco a Shownu, conoció a un par de parejas aún después de que el muro se haya creado, algunas parejas iban con Shownu para estar unos días juntos, o por algo que le haya pasado al híbrido de la relación.

Yirina tenía un enorme nudo en su garganta, en todos los años que convivió con personas humanas, nunca se enamoró tanto como se enamoró de Sunoo. Ese sentimiento de querer estar cerca de él, abrazarlo y besarlo, de cuidarlo.

Luego de un par de horas, llegaron con sus abuelos. Era una noche normal para los demás, quienes probablemente tenían una cena familiar, pero para Yirina, fue la noche en que se despidió del amor de su vida.

—¡Yirina por Dios!

Su abuela la abrazó apenas la puerta fue abierta, ésta correspondió a su abrazo, aún conteniendo todas sus lágrimas y sollozos que querían salir de su boca. Mientras su abuelo le agradecía a Shownu por haberla cuidado su abuela se llevó a Yirina a la sala pues estaba preocupada por aquella gasa que tenía en su cachete.

—¿Por qué tardaste tanto en regresar? —le pregunto preocupada y algo molesta—, ¿tienes idea de cuán preocupados nos dejaste?!

—Lo siento...

—¡Yirina lo que hiciste fue muy peligroso, por Dios mira como quedaste!

Sostuvo su quijada para tocar levemente la gasa que tenía para retirarla con cuidado ya que se veía algo sucia. Yirina apretó sus labios conteniendo cualquier quejido de dolor por la cinta que contenía la gasa. Cuando su abuela vio los rasguños se quedó helada, boquiabierta, luego comenzó a regañarla mientras limpiaba sus heridas.

Yirina no escuchaba las palabras de su abuela, solo estaba concentrada en no romper en llanto por la despedida con Sunoo, no había pasado de un día y ya lo extrañaba demasiado, quería estar con él, quería acariciar su suave y dorado cabello, quería verlo comer y que sus cachetes se inflaran como los de una ardilla. Quería tenerlo con ella.

—¿Entendido?!

—Yurin no seas tan dura. Son sus vacaciones de verano, el que haya ayudado a ese híbrido no tiene nada de malo.

—¿Que no lo entiendes? —lo miró—, ¡Yirina casi muere en manos de ese híbrido!

—Pero está aquí, ¿de acuerdo?, eso es lo que debería importarte —suspiró—. Te aseguro que en lugar de escucharte está escuchando a su madre.

—¿Q-que?...

Miró a Yirina quien tenía los ojos cristalizados, aún mordiendo su labio inferior con fuerza obligándose a no llorar, y ambos se dieron cuenta de eso. Su abuela quiso abrazarla de nuevo pero Yirina se puso en pie, trago en seco y suspiró con fuerza, conteniéndose. No tenía porque enojarse, su abuela solo estaba preocupada.

—Perdón Yirina, sabes que me asustan los híbridos y pensar que estabas con uno me preocupaba demasiado.

—Lo sé. Perdón también por haber ocultado al híbrido en la casa sin pedirles permiso.

—Está bien Yirina —la tomó del hombro—, se que lo hiciste por un bien.

—¿Cenaron ya?

—Yirina no te contengas, puedes hablar con nosotros de lo que quieras, te escucharemos —le dijo su abuelo.

—lo miró—Pero hay cosas que no entienden, y no puedo explicar.

Dijo en un hilo de voz, la primera lágrima se escapó pero rápidamente la limpió pasando de largo para irse a su habitación. Quería que el día terminará y al día siguiente empezar como si no hubiera conocido a Sunoo, sería su secreto y su pesar, el sentimiento de extrañarlo todo el tiempo, solo ella tenía que saber de él, ni siquiera sus padres.

Vacaciones Arruinadas - Kim SunooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora