「 10 」

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Las manos de ambos estuvieron juntas en todo momento. Nunca escucharon a algún perro o persona acercarse, mucho menos las trampas que habían dejado. En todo camino, Yirina escuchó a Sunoo contando su historia o lo que lograba recordar de su infancia. Le contó cuando pusieron el muro, todas las reglas y leyes que cambiaron incluso cuando conoció a Niki, todas las veces en las que salieron, las pocas veces que sintió algo por una chica, y cuando conoció a Sunghoon, desde ahí su vida fue un infierno. Intentaba no llorar tragándose sus lágrimas, era estupido llorar contando tu vida.

—Entonces fue cuando pasé por ese espacio en el muro, seguí corriendo y me escondí, intenté defenderme de Sunghoon pero fue en vano.

—¿Y Heeseung?...

—Fue al primero que mató ¿Jay?...—la miró.

—Si, es su nombre.

—Mató primero a Heeseung, corrí y me disparó, ahí fue la bala en mi brazo luego corrí y me escondí bajo esas ramas.

—Seguramente al perderte volvió a buscar a Sunghoon, conozco a Jay, se quedó despierto hasta madrugada buscándolos, luego cubrió la entrada.

—¿Tú crees?

—Lo sé, conozco a Jay desde que es pequeño, pero nunca hubo algo entre nosotros —lo miró—, ¿porque tus ojos son cafés?

—¿Ah?

—¿Estás celoso de Jay? —preguntó sonriente.

—No, ¿porque debería? —exclamó con una expresión de asco.

—No había visto el café en tus ojos. Por cierto, ahora que lo pienso, en ninguna parte de tu vida mencionaste el color de tus ojos, ¿no sabías que cambiaban de color?

—No, hasta que llegué aquí, todo esto es muy nuevo.

—Claro... supongo que Shownu sabrá que hacer con eso, o porque pasa, como dije, es un experto en híbridos.

—¿Solo un experto en híbridos...o también es un doctor?

—No estoy segura. Probablemente también sea doctor, no por nada los híbridos lo visitan.

—Mhm... ¿cuánto falta?

Yirina miró alrededor, tratando de buscar un punto de referencia. Se detuvo un momento para mirar a lo lejos en donde supone debería estar el pueblo, Sunoo volteó igual, sin poder ver nada, luego Yirina logró ver uno de los faros que hay en el área más solitaria, cerca de aquel callejón.

—No mucho, andando.

Tomó su mano con un poco más de fuerza para volver a caminar. Aún faltaba aproximadamente media hora. Sunoo miraba el bosque a su alrededor, podía escuchar el canto de las aves, el sonido del agua, las ramas chocando entre ellas y algunos animales. ¿Por qué se sentía tan tranquilo?.

—Yirina...—la miró, mientras ésta miraba al frente todavía— ¿y si tú también me cuentas tu vida?, así los dos nos conoceríamos bien.

—Ya te conté una parte de mi vida, creo que con eso es suficiente.

—Lo se pero no me has contado nada sobre tus padres, o sobre tu infancia, tu adolescencia y lo poco que llevas de tu adultez.

—Bueno, en resumen, luego de lo que me pasó mis padres se volvieron más sobreprotectores, papá comenzó a trabajar más al igual que mamá, luego dejaron de prestarme atención.

—¿Así de la nada?

—Así de la nada...—suspiró— Luego, poco a poco deje de tener amigas, los chicos dejaron de hablarme y... me quedé sola.

Vacaciones Arruinadas - Kim SunooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora