SINOPSIS
La unión hace la fuerza
REINA y De La Rosa dos grandes bandas de la mafia, enemigas desde hace años
¿Serán capaces de dejar sus diferencias de lado y aliarse?
Ambas familias esconden un gran secreto que lleva oculto desde hace 25 años
¿Har...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▫Queen Castillo▫
Después de ponerlos al día de todo lo que había hecho estos nueve meses, obviando las partes que ellos no debían saber, subí a mi habitación con el pretexto de descansar, abrí la puerta y ahí estaba sentado en mi cama, me lancé sobre él, haciendo que cayera hacia atrás, le llene la cara de besos y la emoción de volver a verlo invadía mi cuerpo.
-Yo también te he echado de menos principessa -atrapo mis labios en un beso-
-¿Llevas mucho tiempo esperando?
-Nueve meses te parece poco -me reí-
-No me refería a eso
-Si Patrick no me dice que volvías hoy, me hubiera vuelto loco -volví a reírme-
-Te tengo loco Rizzo
-Me tienes a tus pies Reina -volvió a besarme, sus manos subieron por mi cuerpo, haciéndome suspirar-
-Están en casa -dije incorporándome-
-Te compraré una casa para que vivas tú sola y poder ir a verte cuántas veces quiera
-Es una propuesta bastante tentadora -respondí y volví a reírme- Vamos a algún sitio, llevo mucho tiempo lejos de ti y he extrañado pasar tiempo contigo -dije mirándolo con ojos brillantes y haciendo un puchero-
-Has tenido un viaje muy largo ¿No quieres descansar? -negué-
-Me cambio y nos vamos -dejé un beso en sus labios-
Me di una ducha rápida dentro del baño de la habitación y me cambié de ropa. Me puse una falda vaquera y una camiseta roja ancha. Metí un lado de la camiseta por dentro de la falda y el otro lo dejé por fuera. Me puse unos botines rojos y me peiné mi pelo.
Salí del baño, tomé mi chaqueta y bolso y abandonamos la habitación. Mis padres cambiaron el gesto, al igual que mis hermanos cuando vieron a Hazel.
-¿Cuándo has venido? -le pregunto mi madre a Hazel-
-Ha entrado por la puerta de atrás, Patrick le abrió -respondí- Nos vamos, no regresaré muy tarde -nos despedimos de ellos y abandonamos casa-
Había echado tanto de menos pasar tiempo con Hazel, después de pasar la tarde con él, me di cuenta de lo mucho que lo había extrañado, estuvimos en el cine, fuimos a comer a restaurante precioso y dimos un paseo por el centro, Hazel me dejó en la puerta de casa, antes de bajar lo abracé, sabía que esto de pasar los días juntos, no duraría mucho, él tenía que regresar a Italia y su estadía en España no sería muy larga.
