CAPÍTULO 32 | TENEMOS UN ACUERDO

27 0 0
                                    

▫Dylan Parks▫

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▫Dylan Parks▫

Cargue a Queen inconsciente en mí brazos y crucé las puertas del hospital, las enfermeras se acercaron a mí con una camilla al ver el estado de Queen.

—Tiene que esperar aquí —me evitaron el acceso y solo vi como se llevaban a Queen—

Sin más remedio esperé en la sala de espera, a los pocos minutos apareció mi familia.

—¿Cómo está Queen? —preguntó Gema—

—Acaban de llevársela dentro —fui junto a mi madre y la aparté del resto— deberíamos de avisar a los padres de Queen, si Adal se entera de que su hija ha estado en el hospital y a él no se le ha informado, nos hará picadillo

—Es muy riesgoso, puedes avisarle, pero que no venga, Mila no puede saber la verdad

—Pues ya sabes lo que tienes que hacer, tú has montado todo, esté teatro, ahora lidia con él

—Dylan, lo he hecho...

—Mamá, no es necesario las excusas, lo has ocultado durante 20 años, qué más da que lo sigas haciendo

Las puertas por donde se habían llevado a Queen se abrieron y un doctor salió.

—Familiares de Queen Castillo

—¿Cómo está? —fui hacia el doctor—

—¿Qué parentesco tiene con la señorita? —di un vistazo rápido a la familia de Mila que también se encontraban ahí—

—Es... —las palabras se quedaban atascadas en mi garganta— mi novia

—Ella se encuentra bien, ha tenido una reacción alérgica por haber ingerido fresas, le hemos puesto tratamiento y ya está haciendo efecto, la mantendremos en observación hasta mañana, para asegurarnos de que está bien, os informaré cuando despierte, aún sigue inconsciente

—Gracias doctor —se retiró y regresó al interior de esas puertas, me apoye en la pared, eche mi cabeza hacia atrás y suspiré

—Qué clase de novio no sabe que su novia en alérgica a las fresas

—Cierra la boca, Sofía


▫Queen Castillo▫

—Por aquí

Los párpados me pesaban y mi cabeza palpitaba por culpa de un pitido que se había incrustado en mi cerebro.

Mis ojos quedaron cegados por la luz blanca, todo a mi alrededor olía a enfermedades y muerte, me incorporé y fue entonces que recordé que había pasado.

—¿Por qué no me dijiste que eres alérgica a las fresas? —me asuste al escuchar la voz ronca de Dylan a mi lado apoyado en la pared, con sus manos en los bolsillos—

LA BANDA. NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora