T R E S

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⌈ Una semana después. ⌋

Taehyung asistía a la preparatoria con ojeras, el cabello despeinado y la camisa desacomodada.

- Te ves del asco, hermano. -.escuchó a Jimin acercándose a caminar con él hacia el aula.

- Desde que inicié la semana del ritual como dijiste, no dejo de ver y oír cosas. Y no, no es un demonio sexy. -.dijo con notoria molestia.

- Ohm, supongo que, terminará una vez hagas la finalización del ritual. -.llegaron juntos a la clase para irse a sentar al final de la fila.

- Dudo mucho que funcione, Jimin. Esto es una farsa, lo aseguro. Verás como la dichosa finalización va a terminar con tu mejor amigo poseído. -.lo decía muy en serio.

Se acomodó los anteojos al sentarse en su sitio, se sentía terriblemente cansado, toda la noche escuchó ruidos nada gratificantes que no lo dejaron dormir.

- ¿Cómo lo imaginaste? ¿Te dijo su nombre? -.insistió el más bajo.

- Imaginé a tres, no a propósito. Así aparecían las imágenes de mi cabeza como diapositivas. Y no sé los nombres. -.dijo sin emoción y vio entrar a su profesor de Química.

- Pero... -.fue interrumpido.

- Saquen sus cuadernos muchachos. -.habló aquel hombre de muy baja estatura.

No les quedaba de otra que solo callar y atender la clase, sino tendrían problemas.

Para cuando se terminó la hora de la clase de Química, Jimin y Taehyung se dirigían a su siguiente y última clase. Taehyung se caía casi de lo cansado que estaba, hoy sería el último día del ritual, por lo que tendría descanso al fin.

Y bueno, a Jimin no le funcionó el jodido ritual, algo hizo mal pensaba él.

De pronto sintió una fuerte mano sujetarle la muñeca para que se detenga.

- ¿Podemos hablar? -.era Jungkook, llevaba una bonita chaqueta de cuero negro y unas gafas que lo dejaban ver genial a los ojos del peli rosa.

era Jungkook, llevaba una bonita chaqueta de cuero negro y unas gafas que lo dejaban ver genial a los ojos del peli rosa

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- J-Jungkook... ¿En qué puedo ayudar? -.sonrió con emoción, Taehyung se detuvo a mirarlos.

- Me adelantaré, Jimin. No te apresures. -.dijo el más alto, y luego de una despedida corta se siguió de largo.

Unos minutos eternos fueron los que se quedaron en la misma posición mirándose.

- Yo... lamento el comportamiento de mi hermano. Los molesta demasiado, pero ya me encargué de eso. -.mencionó el chico pelinegro.

Jimin asintió con una sonrisa agradecida.

- Gracias, Jungkook. Es muy importante que me digas esto, Taehyung la estuvo pasando mal por culpa de Seokjin. -.sus ojitos se achicaban con su sonrisa.

Y antes de que pudiera abrirlos bien de nuevo, el más alto tiró de su muñeca hacia su dirección para acercarlo más, y sin previo aviso todo se volvió caliente.

- Me gustas, Jimin. -.confesó.- Quiero besarte ahora, no sabes cómo me gustas. -.sus rostros habían quedado a una distancia corta, Park podía oler la colonia tan embriagante de Jungkook.

Por lo que, sin preámbulos, se inclinó más hacia él para unir sus labios de una jodida vez.

El más alto de los dos atrapó la cintura de Park con sus fuertes manos para evitar que suelte sus labios, apretándolo contra él y casi clavando sus dedos en su piel.

Lo cual le sacó un suave quejido al de cabello rosa.

- No sabes cómo deseaba que me mires, y que me beses ahora... -.Jimin estaba agitado, sosteniéndose de los hombros del pelinegro.

- Me gustas demasiado... -.sonrió por primera vez para Park, causándole un hormigueo por lo hermoso que resultó.

Una enorme sonrisa surcó los labios esponjosos del bajito peli rosado, tomando las manos del alto muchacho frente a él, mirándolo a esos enormes ojos de bambi para luego llevarlo apurado hacia los baños.

El más alto confundido, pero nada disgustado le siguió, y una vez dentro Jimin trabó la puerta principal, quitándose la mochila para luego lanzarla al piso y abrazar el cuello de Jungkook, para besarlo más de nuevo.

El pelinegro gustosamente atrapó las caderas del peli rosa para juntarse más con él en el profundo beso que experimentaban. No se necesita ser un genio para notar la lujuria brotando entre ambos como un espeso humo rojo.

Por lo que el alto muchacho tatuado no tardó en bajar sus manos al trasero de Jimin, al igual que sus besos a su cuello suave, sacando suspiros de los pomposos belfos rosados del más bajo, mientras él se sostenía de sus hombros dejándose hacer a su merced.

Un mordisco en la piel de su clavícula le sacó un agudo gemido, que sacó lo más salvaje de Jungkook.

- Mierda Jimin, es tan gordo... -.mencionaba Jungkook con un tono ronco sobre su oído, apretando con fuerza el trasero del contrario.

Sacándole más gemidos esta vez.

Con algo de rudeza, (que a Jimin lo hizo mojar), lo subió a los lavamanos abriéndole las piernas para ponerse en medio, besándolo más con agresividad y hambre, Park apenas podía seguir el ritmo.

Comenzó a desabrochar su cinturón y pantalón con ágiles movimientos apresurados, Jimin desesperado levantó las caderas como pudo para ayudar con el trabajo.

Mientras Jungkook se separaba para poder ver lo que estaba quitándole a Jimin, el peli rosa se sacó el suéter con todo y su camisa del uniforme, quedándose con el torso desnudo ante el pelinegro que le desnudaba la parte inferior del cuerpo.

Comiéndose al más bajo con la mirada, subió sus manos para acariciarle el pecho.

Jimin con rapidez le tomó el cuello de la camiseta para atraerlo a besarlo, fuerte y lleno de deseo, a lo que Jungkook respondió sin dudar de la misma forma mientras lo hacía levantar las piernas cuando lo desnudó por completo.

Bajó los besos a su pecho para lamer sus pezones ya erectos, torturándolos con sus dedos y sus dientes para sacarle más de esos armoniosos gemidos a Jimin, quien desesperado movía su cadera para tener más contacto, claro que intentando no caerse.

De un momento Jungkook ya estaba con la cara entre los muslos de Jimin, acariciando, besando, mordiendo y chupando su piel muy cerca de su entrepierna, mientras lo miraba desde abajo con una mirada que denotaba como es que le encantaba torturar al bajito.

- Estás tan jodidamente hermoso. -.entre gemidos Jimin sonrió ante las palabras del alto, y luego su rostro se deformó de placer cuando sintió la cara de Jungkook entre sus glúteos lamiendo su entrada.

Pareciera que se derretía desde el interior, cuando el pelinegro se encargó de tomar su erección mientras seguía comiéndoselo, era el cielo y el infierno juntos.

Tras unos minutos placenteros durante los que Jungkook metía lengua y dedos en Jimin, por fin se levantó para desabrochar su propio pantalón, quitarse la chaqueta y besar a Park con su rostro mojado.

Apresurado, buscó algún preservativo en su chaqueta para enfundar su erección con ágiles movimientos de sus manos tatuadas, ante los atentos y excitados ojos de Park. Quién abrió las piernas con gusto para el más alto cuando logró colocarse el condón, mirándolo con deseo y lujuria extrema, cerró sus ojos al instante que Jungkook lo tomó por el cuello y mandibula a la vez que su otra mano se alineaba a su entrada con la erección entre sus dedos.

Después de todo Jimin ya no necesitaría de esos estúpidos rituales.

Ahora tenía demonio propio.

12:00a.m         [TaexRapLine+19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora