Duele

11 2 0
                                    


Algunas noches,
cuando el insomnio se apodera de mí,
miro al techo y las lágrimas empiezan a brotar.
La almohada estaba llena de gritos ahogados
y lágrimas ácidas.

Empiezo a temblar y ahí es cuando me pregunto
porque debería seguir adelante.
Porque el dolor tan intenso se siente muchas veces,
pero en la noche todo duele el doble.

Día a día me pregunto si podré seguir,
si podré dejar a un lado a los demás y centrarme en mí.

Reflexiones de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora