Comparte el peso de la mochila

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¿Cuántas veces las personas a las que acudimos cuando estábamos mal eran las equivocadas, o nos dijeron que no podíamos llorar porque teníamos que ser fuertes?

Nos dijeron tanto que para ser valientes no podíamos estar tristes o enfadados que nos lo acabamos creyendo. Lo creíamos tanto que pensamos que los demás no querrían escucharnos cuando estamos mal o tristes y por eso no pediamos ayuda.

Y ahora pensandolo todo con perspectiva, en realidad escondemos sentimientos por miedo a ser juzgados.

La famosa sonrisa falsa, se nos ha normalizado durante tanto tiempo.Y todo lo hacíamos con el fin de que los demás nos vean felices, aunque por dentro estemos destruidos.

Tenemos que interiorizar (la primera yo) que todo el mundo pasa malas rachas, y que nadie es feliz siempre. No hace falta que siempre fingamos una sonrisa para suerte los nuestros sepan que no estamos tristes.

Por eso, aunque se que cuesta (porque creeme, que lo sé), siempre que necesitamos ayuda tenemos que pedirla y no tenemos que esperar a que sea demasiado tarde para ello.

No tenemos porque cargar con todo el peso nostros solos, porque aveces no podemos y es totalmente normal y válido.

Por eso prestale la mochila a alguien que sea digno de llevarla, hasta que te encuentres mejor y la podréis llevar juntos.Y camina a tu ritmo ,porque quien de verdad te quiera, lo hará contigo y estará encantado de hacerlo y ayudarte.

Reflexiones de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora